ACRÓNIMOS
Sí, obstinado, realmente patético, regresó enfadado. Nos dijo idioteces decididamente
ofensivas.
Reconozco esas señales: indican grandes nudos atando tus
expectativas.
En ningún universo material encontrarás respuestas, Ala.
Resígnate.
Declarando estuvo sus hechos infamantes... dijo recordarlos a todos. Así, nada dejó olvidado, sin
enumerar.
Sin otro limón, esa delicia acabará
deshidratándose.
Es la esperanza, gran amiga, nuestro tumulto en
soledad.
"Ofertas fenomenales en noviembre", decía en relucientes marquesinas
elegantes.
Sigo orando, reprimiendo pensamientos rastreros. Él nunca dirá: "Ingrato... decidiste
ofenderme."
El necio torero recibió estupendos trofeos en nueve gasas armenias,
sorprendido.
Si estás consciente ahora, mozuela, entonces no te
entretengas.
Recibí esa contraorden avergonzado; debí oponerme
secamente.
Silvio omitió, ñoño adulador, darte odiosos
recados.
Es mejor buscar un ser tierno, entrañable,
soñador...
Odiar la verdad implica decir
embustes.
Odio la verdad. Intenté decirlo ayer; lo
olvidé.
Once localidades visité infructuosamente; Dante, apenas me oyó, sucumbió.
-------- La oración anterior contiene errores.
Olvidamos los viejos, inseguros. Dudamos, acordámosnos, luego olvidamos.
----- La oración contiene faltas de ortografía.
Escucha, Nat, tienes regular ortografía. Me entremetí, ¿te incomodó? Disculpa,
olvídalo.
Simplemente, escribano, no tutele intereses de ajenos mequetrefes. Estese no tan
entrometido.
Su última petición recuerdo. Eso me ofusca
sentidamente.
Otra maledicencia infamante no obstará sus objetivos
supremos.
El maestro plomero avistó charcos
ominosos.
Si esas nalgas son así, tan atractivas, me encantarán; no tendré
empacho.
El juez es Cabeto... usted tiene ideas valiosas... Arguyan
sensatamente.
Olvidó, incluso, sus tareas
ejecutivas.
Si insistes en tomar esas medicinas escocesas, sentirás inconformidad nuevamente, ¿
oíste?
Ominoso fenómeno encarnaría nuestra súbita amistad,
sietemesino.
Su intolerancia le valió inmensas
ofensas.
¿Siempre olvidas los onomásticos,
Silvio?
Sobrevivió una persona, el responsable. Sus ocho niños incautos, cándidos agonizaron
solos.
Antes manejaba barcazas; ahora guío embarcaciones
supersónicas.
Evitan señalarlo pero aceptarían nuestros términos, obviamente, sin
ambages.
Antes me parecía linda, ingeniosa; ahora,
Marian, encuentro nuestra tesis
espantosa.
Si antes tuviste razón ahora pifias
ampliamente.
Oye, bribón, siempre tus ideas nos agarran desprevenidos. ¡Olvídalo,
sátrapa!
Su aristocrática ralea granjeole enemigos numerosos, tremendos,
obstinados…
Seguramente, usted podría lucir impecable como impecablemente ordena,
sargento.
Antepón, guasona, religión a cinismo. Impía, acabarás recibiendo numerosos, ominosos
suplicios.
Seguramente, un fraile intentaría catequizarnos, intentaría elevar nuestras conciencias, intentaría
agraciarnos...
Solemos educarnos los españoles con catequistas ibicencos; orgullosos, nuestros alumnos desarrollan óptima
suficiencia.
Suele utilizarse cuando un repostero senegalés agrega lácteos especialmente
seleccionados.
Si incrementamos nuestras tarifas, algunos xenófobos inaugurarán
sucursales.
Ocurrirá cuando, con inmensa serenidad, objetes
sintaxis.
Si el moro intuyese nuestro amorío, resultaríamos inertes
occisos.
Olavia remitió, decididamente enfadada, notificaciones al rector. Liberaron otro
seminario.
Óleos bizantinos estaban desparramados... El califa, indignado, decidió
ordenarlos.
Sólo obedecen buenos recados, ¿el pedido estipulado será
obedecido?
Si olvidan las viandas, entonces no tendrán almuerzo. Raciones normales
obvian sobrepeso.
Entre xilofonistas, podríamos iniciar acciones destinadas a
solventarnos.
Olvidado fui en noches de invierno; esas numerosas deslealtades, Olavia, serán
expiadas.
Su arte no genera realmente admiración. Marian intentaba explicárselo, Nat terminó
ofendiéndose.
Su odontólogo refirió tres incisivos lastimados. Entre gemidos, interrumpió otro
sangramiento.
¡Afortunado jugador! Empero, necesitarás otros
sortilegios.
Su ejército marchaba al norte, invadiendo territorios
ajenos.
"Solamente estábamos matando a nuestros intelectuales..." tímidamente adujeron.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
En ningún momento olvidé haber estado contigo, incluso desearía otra
semanita...
Olía feo. Rancios embutidos colgaban en recintos
enmohecidos.
Rentaré algún
bungalow interiorano, apartado. Ningún dato
ofreceré.
Soy un pervertido. Escondido, reviso vestidores íntimos, salivando o
rabiando.
Reticentes alumnas negociaron, casi histéricas, otro
supervisor.
Acamparon. Cuando amaneció, muchos prefirieron alquilar
ranchos.
Sempiternos aventureros le indicaron dónde
acampar.
Ordenar papeles. Un letrado elegante nunca tendrá otra
salida.
Algunos roedores demuestran osadía, royendo ornamentos suntuosos,
opulentos.
¡Rezar entre cuatro es tan
ardoroso!
Andreita,
mándame otra
receta.
La ilusión nunca desaparece,
amor.
Estoy solo. Tengo inmensas erecciones recurrentes. ¿Conseguiré olvidarte,
linda?
A los encajosos gorrones, recétales azotes; recuérdales su estupidez.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
¡Revienten el sistema, imbéciles! Sólo tontos inmigrantes reirían intentando
alegrarse.
Acéptalo, cada coyuntura ingieres opio; ningún adicto
resistiría.
¿Seguirá el ñato olfateando reuniones? Intuyo tal
accionar...
Sin identificación no tramito encargos. Sírvase identificarse,
señorita.
Odias revisar interminables escritos, notas tan aburridas. ¿Leerías esta
síntesis?
Otrora fingí releer el Corán imitando dejes
orientales.
Sólo una fresca receta importada mostrará íntegro el natural talento
ofrecido.
Sobreviviremos exponiendo nuestras almas, dejándolas opuestas reflejando el
sufrimiento.
Escribe, siempre, columnas odiosas, notas de ignotos diputados o
senadores.
Soy un borracho tremendo, exudo ron fresco. Una gran inseguridad oculto, sinceramente.
-------- La oración anterior contiene errores.
Es sumamente confortante observar nuestras diferencias, incluídos dislates o subterfugios.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Sus ojos locos asustan, mejor esperemos nuestro tren
escondidos.
Abre caminos, remueve obstáculos. ¡No implores más! ¡Obra,
solamente!
Realmente, e., ya extraño revisar tus
acrónimos.
Disienten, incluso, refiriendo el camino trazado... ¿Otra
reyerta?
Odio parecer oportunista. Realmente tengo una necesidad, imaginé decirle al
director.
Os buscan. Tenéis una valiosa
oportunidad.
Sin impacientarse, buscó incansablemente… la invisibilidad nunca
obtuvo.
Ansío batallar ardoroso, no discurrir oportunista ni especular
sibilino.
¡Oh, tonto, olvidaste medicarte! Ala, no
abandones.
Obligados, marchaban bajo la inmisericorde guarda
otomana.
Obsecuentes son tus retoños. Ojalá nunca experimenten
saña.
¿Sacudís, insinuantes, las valvas, indecentes
ostrones?
Oí frecuentes insinuaciones, casi inconfesables, a la intendente. ¡Sos tan atroz,
Silvio!
Otrora numerosos, estaban reunidos, obsecuentes, seis
oficialistas.
Sí, obviamente, resulta demasiado
oneroso.
Sus ojos rojos delataban opiáceos.
--------- La última palabra debe ir en negritas.
Oboe, fagot, incluso corno intentó aprender. Lástima, era
sordo.
Obviamente feliz, inicias conversaciones insostenibles...Al leerme, escapas súbitamente.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Ala lee gacetas
oficiales.
Escuché sus canciones. Al parecer, apenas rasguea
algo.
Seguramente el ñandú, apenas logre avistarme, raudamente
escapará.
Recuerden, entonces, niños: cuando olvidéis reglas ortográficas, serenamente os
señalaré.
Soy el nuncio apostólico: desterrad odios
rencorosos.
Sus escritos refuerzan esa nueva, actualizada, legislación. Obedeceremos,
senador.
¡Oh, tamaña rivalidad, Olavia,
serénalos!
¿Secar uvas con un método boliviano? ¡Inténtenlo
otros!
Al rejoneador gitano utilicé mediante extraños narcóticos. Tomóselos; ofuscado,
sucumbió.
Ora tienes reparos, ora restableces
argumentos.
Seducido, el pubis abatía recuerdos acosadores desatados
otrora.
Opté por olvidar sus incendiarias caderas. Inicié otro nexo idílico, sin tantas ataduras,
separado.
¿Siete? Investigué... Nuestros documentos indican cuarenta: anarcosindicalistas, trotskistas,
oposicionistas...
Siete antiguos camaradas rivalizaron ideológicamente: fue inútil. Cuando atardeció resolvieron nombrar otro
sindicato.
¿Seguiréis eternamente mirando, insensibles, nuestras acciones? ¿Reclamaréis ignorarnos o
sacrificarnos?
El superhéroe perezoso evita crímenes impartiendo aburridos
seminarios.
Su apéndice colapsará un día. Intente roer mejores
especias.
Al pisar resbalosas impermeabilizaciones estuve tambaleándome. ¡Odio
sacudirme!
De inmediato acepté la enmienda contractual: tus intereses corrían
aprietos.
Obispos polacos oficiaron rezos, testando una nueva idea de alabanza
dialéctica.
Entre nosotros, todo resultaba encantador. Temíamos, exclusivamente, no internarnos más intensamente en nuestra tremenda
oportunidad.
¿Sabes organizar liturgias agnósticas? Mi evento necesita tremendo
entretenimiento.
¿Acabarán las contradicciones? Abandonad la oratoria inútil... Desnuda excusas,
solamente.
¡Olavia, la arresto! ¡Vendió ilícitos
alcaloides!
¡Obstinado... luchador Ala! ¡Velo inflamando argumentos!
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Sin indicaciones claras, Ala resolvió integrales,
Olavia.
Si alguien creyera en redimirte, distintas oportunidades tendrías enfrente,
sicario.
Si únicamente buscas consenso, olvídalo: no somos creyentes. Imparte esas nociones teológicas entre
sacerdotes.
Antiguos creyentes rezaban oraciones; necesitaban inhibir monstruosidades ocultas,
subconscientes.
Azma le habló. Acordaron jugar
acrónimos.
El mejor postor recibirá esta sensacional
alhaja.
Seis editores se unieron decididos a mejorar el nivel. Tremenda
empresa.
Es lejos, entonces mejor empaquemos nuestras tiendas, acomodando las estacas
sesudamente.
Según encuestas, grupos universitarios reducidos aprenden mejor esas nociones tan
elementales.
Si intentamos tratar un acuerdo, Corea invocará otras negociaciones estancadas,
seguramente.
Escúchame, Silvio cooperará. Anda, pregúntale amablemente, recordará algunas
situaciones.
Oye, Latinlosers, ¿vendrás inmediatamente? ¿Dejarás atrás recuerdos secretos? ¿
Escaparás?
Reservamos una mesa. Bebimos esperando a Nat. Debió
olvidarse.
Adiós, mis amigos; no estaré cerca, estaré
rumbeando.
Aun me acuerdo, nunca ese caballo estuvo rocinante.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Su alumna, bella, indiferente, dormía. Un reflejo indicaba
amanecer.
Soy el censor. Reprimiré en tanto ostenten
sabiduría.
Estuvo xerocopiando trabajos restringidos; aquel ñángara olfateaba
secretos.
Estos xenófobos tienen, recurrentemente, ñañas obviamente sicópatas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Soy onírico lamento, alma melancólica en nuestros tiempos
extraños.
Sin este xenófobo, usted, Ala, leería encomios
solamente.
Adiós, nena. Te imploraré bebiendo increíble oporto, te imploraré con ansias
sexuales.
Siguió inconsciente. La enfermera no consideró inyectarle otras soluciones
antibióticas.
"Once piedras, una lámpara encendida, nueve tuercas", anoté
silenciosa.
Su extraña compañía recibió en toneles aves rapaces, impresionantes,
opulentas.
Otro caso único: pidieron a Dante abrirse salvajemente.
-------- La oración anterior contiene errores.
Señores... El comandante recibió elogios: tiene asignado recuperar islas ocupadas.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Ayer la bella recepcionista intentó, cantando, impresionar al
secretario.
¿Oyeron? Nadie estará revisando ortografía, sintaxis. ¡
Albricias!
Seis ocas libanesas intentaron cruzar Irlanda; tarea
onerosa.
¡Olvidad los olores!, ¡registrad otras sensaciones!, os
solicito.
Opina, Ala, xenófobo anacrónico... ¿Qué uruguayos envasarían ñañas
olorosos?
Sólo aplaudo lo planeado inteligentemente, como aquel nuevo domo
oaxaqueño.
El xilofonista tuvo raras alucinaciones. Nadaba jugando en ríos ocres,
salpicando.
Expresan xenofobia, indudablemente: generan intolerancia, repudian
extranjeros...
Ojalá comamos tacos. Un buen refresco
exigiré.
¡Está nevando, argentinos, mirad! Ocurrió repentinamente, antes de
octubre.
Nunca olvides verme, intentaré estar mirándote bien, realmente enamorado.
¿Se olvidaron sus tapados? Infiero, estará nevando en
noviembre.
Sus ojos lucen inquietos, lentamente obsérvalos, querida. Una inquietud opresora
sostienen.
Aquellos sueños perdidos inspiraron repentinos, amargos
soliloquios.
Al sucio pederasta reprímelo incansablemente, róbale algo sospechoso.
------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Es sencillo: te untas pomada, inmediatamente después
aspiras.
Intenta no iniciar gentiles uniones, abomino las amistades benignas; ¡lárgate,
estúpida!
Iniciaré nuevamente. Quiero un inicio romántico,
inigualable.
Intento gozar, unámonos aquí, nena,
así.
Ayer nadie salió, intentamos ocultarnos silenciosamente
aquí.
Oye, la vecina intentó darme amor. ¡Ramera
ansiosa!
Ofrecíamos fiestas escandalosas. Ninguno de ellos lo
olvidará.
Al señor inglés, grítale necedades. Al danés,
oféndelo.
El soldado perdió el rifle
asignado.
Ahora parece estar todo en completa
espera.
Es suficiente paella, ahora ñaco ofreceremos. ¿Les
apetece?
Se organizó la asamblea mundial en nuestra tierra
española.
Él sólo podía inspirarse recitando odas, quería unir extraños textos alargándolos
solamente.
El xilofonista calvo escupió su inmundo veneno al mar. Era negro, tenía
espiroquetas.
Ensucias nuestro frente regando en noviembre tan
excesivamente.
Sólo amo chicas rollizas. Intento follármelas, intento cogérmelas al tenerlas
enfrente.
Si arde tu ingle, sé fiel, emplea condones higiénicos o
sacrifícate.
Intentaré no calumniarte, luego uniremos intenciones reconciliadoras, entonces marcharemos orgullosamente
satisfechos.
Salmón ucraniano cocinamos, una maravillosa bebida
incluiremos.
Sentí aquel roce como algo sumamente majestuoso. Obviamente sucumbí.
Ay, madre amada, no des órdenes, no ostentes
sarcasmos.
Atentados múltiples antecedieron nuestro discurso. Oyéronse notar once salvas.
--------- La oración contiene errores.
Olvida la vida, intenta dejarla aquí. Desmembrémonos amándonos.
Su obsesión nunca será
olvidada.
Si insistes con otra mamada, obviamente renunciaré. ¿Oíste,
sonso?
Orquídeas bicolores sembraría. También amapolas, cundeamores, uveros, lilas o
sicomoros.
Seguramente, intentarán liberarlos. Aseguren bien ambas rejas... Instalen
obstáculos.
Suelo olvidar los unísonos cantos. Incluso, ocasionalmente, necesito el
silabario.
Si obedeces cada instrucción, obtendrás
soluciones.
Nadie os besará las espaldas,
socios.
Ojos verdes admiraba con interés, ojos
nobles.
¡Oh, viva Ala! (cuya indicación ortográfica necesité).
--------- La oración contiene faltas de ortografía.
Orquestó varios arreglos con increíbles o necias afirmaciones. No debería obtener la
ovación.
Ocasionalmente compro urnas laqueadas. ¿Tenéis algún reciente occiso? Nuestros sarcófagos exigid.
--------- La oración anterior contiene errores.
Ocho vinieron a conocer Italia, otros nueve acercáronse navengando desde Oriente. Luego, ocultáronse.
----------- La oración contiene faltas de ortografía.
Esperábamos su presencia. Entró. Realmente perplejo, enfrentó nuestro tributo
ovacionándolo.
Acortaremos la estancia junto a tamaño
esperpento.
Sin imaginarlo nunca, viví enceguecida. Recuerdo gestos, una escena... No, zángano, ¡
aléjate!
Acude con recelo o no intentes más ocultarte,
sinvergüenza.
Siempre ortográficamente, Cabeto aparece validando
acrónimos.
Escribir siempre conforta. Ahora bien, reeditar ofusca. Subrayar acrónimos socava.
Encantado, Señorita...cuando asomó, busqué raudamente observar su adorable sonrisa.
----------- La oración contiene faltas de ortografía.
Sus extrañas manías eran seriamente tenebrosas, realmente
escabrosas.
Olvidaron buscar sus credenciales. Eran nuevos inscriptos debidamente acreditados durante el
semestre.
Ofensivo dirá, inflamado su ego,
obscenidades.
Ocotlán te recibe,
Odiseo.
Ese xilofonista cabezón es lento, suplántelo
otro.
Robespierre obró bien. Erudito, sabio, político incorruptible él, recio revolucionario,
excelso.
Sus escritos ñaques ofenden,
Robespierre.
Si expenden ñame obtén racimadas.
------- La oración contiene errores.
¡Son ocho muertos aquí! Le insisto, estimado
señor.
En noviembre espero regalarte gemas iridiscentes, amatistas
somalíes.
El viernes intenté decírtelo. Entré, no te encontré muy entusiasmado. No tuve
energías.
Soy empleado de un cruel individuo. Renunciaré mañana,
evidentemente.
Ostentosas damiselas anhelan
seducirme.
Ocho rinocerontes declamaron algunas gozosas
odas.
Rubricó el crítico otra rotunda reflexión, inspirada, de
órdago.
Siempre olvidadiza, Nat reiteró el itinerario
recorrido.
Silvio, entiéndelo, no tolero impertinencias. Mantente indiferente entretanto; no te olvides
sonreír.
Sintióse enamorada, nunca tanto interés manifestó. Idiotizada, ella necesitó tus ósculos sicalípticos.
----------- La oración tiene faltas de ortografía.
Su amor le valió afectos juveniles, espléndidos sentimientos.
Sobre un balcón le escribió versos amorosos, después odas
salvajes.
Su amo no aceptó destruir o reprimir esclavos
sublevados.
Ociosos curanderos tomaban opiáceos. Sin imaginarlo, los agentes buscaban otros
sanadores.
Sin impacientarse, LaTurca verificó ingeniosos
octosílabos.
¿Olvidaste buscar el silbato? ¡Oh,
Silvio!
Sucios obispos comieron interesantes alimentos. Los idiotas sazonáronlos mucho. ¡
Obesos!
Obispos primitivos citaron informes oscurantistas negando el
socialismo.
Se acaban nuestras
opciones.
Ayer recibí ansiadas noticias de Alabama: nuestro onagro
sanó.
Sintió otro dolor. Ocurrió mientras intentaba zarandear, agachado, dos
arándanos.
Así no tenga intenciones groseras, usted acabará
sodomizada.
Este sábado también utilizamos libros totalmente ilustrados con imágenes
antiguas.
Son imbéciles nuestros gobernantes: urden locas acciones reivindicando miserables estrategias nacionalistas. ¡Tamaña
estulticia!
El soldado chiflado otea buscando idioteces. Los locos actúan
singularmente.
Su ombligo luce amarillo, Marian; enjuágueselo, nosotros tenemos
escobillas.
Si acudes con un decano, entonces lo arruinarás
solamente.
Soba esas nalgas con increíble lascivia; lámelas, ámalas,
sacúdelas.
Su eterna novia camino intrigada, lloraba ansiosa, solitaria.
-------- La oración contiene errores de ortografía.
Siempre intenta generar nuevas oraciones
sencillas.
Andreita leía indiferente, mientras e., negligente, tomaba apuntes descuidando ortográficos
signos.
En Sudáfrica cocinan uvas con habas, andan bien
alimentados.
Sus indicaciones me parecieron locas excentricidades. Muy enojada, Nat también
escuchaba.
No espero ganar otra copa. Intento acabar,
simplemente.
Oye, ya entendí. ¿Regalas o
negocias?
Zapatos ofrezco, no zancos, ¿
oyeron?
Recuérdalo, entonces. ¿Debo indicarte eso,
zonzo?
Siempre amanezco luciendo infame. ¡
Rediez!
Olvidé buscarlos. Verdaderamente imaginé entrar, distraerte, agarrar dos, entonces
salir.
Yo odio decir
obviedades.
Sí, encontraron xenón,
yodo.
Ya entiendo: razonables reservas abundan.
------------ La oración anterior contiene errores.
Si esperaba xilofonistas, yerra.
-------- La oración contiene errores.
Y un xenófobo tan anacrónico, ¿publicaría un escrito sobre tus obras?
------- La oración anterior contiene errores.
Sepa excusarme, xilofón yuxtapuesto.
----- La oración carece de sentido (regla 1).
Éste, mi pene, asesta largas arremetidas gozosas. Ojalá sepas apreciarlo,
sexy.
¿Será infidelidad coger o fustigar agresivamente necias tetas
empalagosas?
Arrastrando rieles reproduje un incendio. Nat acusó nuestro destrozo ostensible, lamentándose afligida. ¡
Sicofante!
Esos xilofonistas caprichosos estiran las sinfonías arruinándolas.
Ejercito los ojos contemplándola: una escultural novia, turgente,
excelsa.
Sus únicos buenos recuerdos eran pocos. Tenía imágenes, cuando infante algunas, muy estáticas, no tan
elocuentes.
Su otro litigio ocultó
subrepticiamente.
Olvidados, viven en ranchos olorosos, lejanos. Están
solos.
Sólo ando limpio usando desgastados
overoles.
Eufóricos, muchos otros compañeros iniciaron ovaciones. Nat, emocionada,
saludó.
Siempre al campo regresamos. Inmensamente felices iniciamos coqueteos, así realmente tenemos
emociones.
Ni un león osaría
sacrificarte.
Se olvidaron los altos zancos.
------- La oración anterior contiene errores.
Nat usa los olvidos solaz.
------- La oración contiene errores de sintaxis.
¿Sus espasmos son intensos o
nulos?
Sin obligarla le introduje todo; así, rabiosamente, iniciamos otra
sesión.
Abusada, sin olvidar métodos, besas rabiosa osos siniestros, ositos
solitarios.
Azma fumó unos estupefacientes realmente
asombrosos.
Estruendosamente se confabulan amigos para asesinar tiranas ofendidas; requieren invitarlas
afuera.
Niñas exploradoras: gateen atractivas, totalmente inclinadas. Veré así muchas entrepiernas. Ninguna tendrá
escapatoria.
Siempre intento terminar una acción con ideas ordenadas
negativamente.
Obesos brutos organizan esta
situación.
Excito xilófonos, incluso también
oboes.
Este xilofonista implota, luego imagina arrancar relojes sin
éxito.
Su excelso guía únicamente informa de austeras momias enterradas nuevamente tras
exiliarse.
Su ukelele ciñó incitándome; agitose
seguidamente.
Alelados, los terneritos empuñan revólveres nadando anclados desde orillas
sucias.
Arbitrariamente recibimos besos olvidados lentamente en días
alternados.
Suficientes alimañas tendrás. Incluso se fijarán en cada hermosa
arboleda.
Si uso pantalón, ¿estaré reprimiéndome infinitamente o resistiré estando
satisfecha?
¿Serán estas nueces saladas? Acaso comeremos insaciablemente o no alcanzaremos lograr estándares
superiores.
Solicito ayuda: busco respuestas obvias, simples, actuales,
sensacionales.
Se olvidan los días aquellos diciendo obscenidades
sabrosas.
Alquilemos los armamentos requeridos mientras aclaramos nuestras trifulcas entre
soldados.
Sorprendentemente el matutino anunció noticias
alarmantes.
Ante ustedes desnudo a Circeromana esta
semana.
Elijamos sexo con afán, para además tener otras relaciones inigualablemente
audaces.
Son unas coristas excesivamente sensuales. Imaginen violarlas ante miradas encendidas. Nunca tendríamos
escapatoria.
Observamos situaciones curiosas, universalmente rituales, aclararse
sucesivamente.
Obtuvimos seis curules, una real azaña secctorial.
Sirvamos estas guindas ufanas, increíbles, dóciles,
oscuras.
Ahora nos informaremos muy a menudo o
seguido.
Obsérvalo bien, sígueme, el reptil voraz está meditando, ¡olerá si lo
animamos!
¿En serio? ¿Cómo olfatea? Llévame,
observémosla.
Óiganme, ¡mi nueva iguana puede oler tomates! ¿Es normal? ¡Tremendo
escollo!
Orando bien, verás iluminado a Dios
omnipotente.
Aséate si quieres unírtenos. Exígete rigor o serás
obviado.
Soy infinitamente dominante, recuérdalo,
asqueroso.
¡Exacto!, serviré platos apetitosos: ñoquis, orejones, lacón… ¡excepto
sidra!
No olvides comer huevos españoles.
Son un buen vicio esos néctares; considerad incluirlos otra
noche.
Amor mío, olvidé recordarte firmar otra
subvención.
Suelen usar su pobre imaginación: rasguñan apenas bocetos
amorfos.
Su único dolor olvidó reposando; entretanto,
suspiraba.
Así, cuando tiene insomnio, vislumbra incontables demonios. Aúlla, despertando entre
sudores.
Soy otro loco inculto. Tengo algunas raras, inicuas actividades.
Organicemos reuniones totalmente orgiásticas, generando relaciones amplias, físicamente imposibles; confirmemos asistencia
solitaria.
Sólo usted, Cabeto, esclarecerá dudas, imprecisiones
ortográficas.
Estamos suspendidos por ocultar nuestros trabajos. Aunque nunca esto anhelamos, sucedió.
Sí, usted fingió reír; intente risas
espontáneas.
Esos secos trigales usaremos, plantando inmensas dalias olorosas, sorprendentes.
------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la última frase válida.
Espero poder inferir tus esperanzas, tus obstáculos silenciosos
.
------- La oración anterior contiene errores.
Sí, usaron falacias ridículas incoherentemente, repitieron epítetetos.
------- La oración contiene faltas de ortografía.
Si uso mi austeridad, sufriré.
Si intentas traicionarme, únicamente alcanzarás cien inconvenientes, ¿o negociarás esas sumas?
Exitosos xilofonistas tratan repetidamente, ahora, vanas ideas austeras. Recitan asquerosas situaciones.
Sos obstinada: lamentablemente, acometerás mil empresas, naufragarás, te extraviarás.
Siempre oculto buscar esos ricos besos, imagino aceptarlos solamente.
Sus alas lograron alcanzar deidades obstinadamente soberbias.
Nunca imaginé besar esos lugares únicos, nuevos, gustosos, ásperos, salados.
Esos xilofonistas cansados intentaron tocar arduas canciones, impresionantes obras nibelungas.
Si afirmamos lamer únicamente dedos afables, buscamos la excitación.
Sus ubres perdieron ese rico aroma, dulce olor saludable.
Somos elefantes nuevos, increíblemente locos, especiales, superados.
Si imitas muchas incongruencias, lograrás armar ridículos espectáculos seniles.
Superamos individualmente nuestras diferencias incluyendo comentarios acertados, totalitarios o similares.
Esos sagaces trabajadores ordenaron reagrupar nuestras uniones deseando armar sindicatos.
Oye: cinco uniformados resolvieron rendirse, entregarse.
------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Obviamente, cuando usas remeras rotas, estornudas.
Sí, intentando evadirse, me preguntó reiteradamente
eso.
Seremos únicamente contemplados, infinitamente observados, siempre.
Son unos corruptos esos senadores. Incluso viven ostentosamente. ¡
Sucios!
Asombrosamente, cuando usas sílabas acertadamente, comienzan, intencionalmente o no, estremecimientos sucesivos.
Siempre andas buscando aventuras nuevas: deberías investigar justas acusaciones.
Esos son tus únicos principios; ¡infame demonio!, ¡osada
sabandija!
Sin estar realmente indignados, acabaron molestando enormemente nuestra tarea.
¡Estúpidos!
Seis ogros pisaban al duende, apabullándolo
seriamente.
Sí, ocho señores peruanos estaban comiendo habas asquerosas,
sopadas.
Sus obreros bastardos resistieron esos violentos impulsos volviéndose invencibles, mutilando oscuras sospechas.
Somos animales bellos, resignados objetos sexuales, así sobrevivimos.
Sus uñas negras trozaron unas olorosas sobras ostentosamente sabrosas.
Sus únicos dos osos recorrieron osadamente sobrecogedores acantilados
suntuosos.
Esos xilofonistas habrían infligido besos a sudorosas.
Si aún buscas impresionarme, ante mis estudiantes no te exhibas.
El xilofonista hace increíbles bailes, atizando sentimientos.
------- La oración anterior contiene errores .
Si aun buscas impresionarme, ante mis estudiantes no te exhibas.
------- La oración contiene faltas de ortografía.
Ahora siempre que uses esa ropa, otrora suntuosa, arréglala
sabiamente.
Estos sucios pantalones esconden rojas ámpulas necróticas. ¡Zas,
asquerosas!
Oí como ultimaron lentamente toda esperanza.
Acepto, Cabeto. Esos poderes tengo, aunque los
oculte.
Esa verdad intentaste tergiversar, amiga loca, acéptalo.
Sus intenciones eran macabras, putrefactas. Recuérdalo,
evítala.
Aunque suenen estúpidas sus indicaciones, nadie arma revuelo, acatan
siempre.
Si estás grandemente urgida, realmente
asesinarás.
¿Es seguro mirar escotes? Ruego aclarar rápidamente si es.
¿Acaso buscas solucionar todo eso negándolo? Escúchame: resolver significa
esmerarse.
Solicito urgentemente retozones gorditos. Idiotas revirados abstenerse.
Aunque comentes algo ridículo inventando cosas inverosímiles, algún buen acrónimo
surgirá.
Ocho largas vergas intentaban darte amor. Riendo, las
acariciabas.
¿Sabes, e., cómo
olvidarla?
El Xitle causó impresionantes terremotos, agitando nueve territorios en
seco.
Largos amores resultan generalmente amargos, menos entretenidos, no tan
excitantes.
Suelo extrañarte, niña. Siento algo chueco, inconcluso. Ojalá nos amemos
largamente.
Se escuchaban dos urracas, cotorras, teros. Oíamos ruidosas alondras. ¡
Sensacional!
Obscenas risas desparramaron, estas ninfas extremadamente seductoras.
Saca un buen tabaco, enciéndelo rápidamente. Rólalo ahora, no esperes
órdenes.
Recién inicié dos investigaciones; conocí un lúgubre, oscuro
subterráneo.
Esos xenófobos parecen unos locos. Simplemente ahuyéntalos. Debemos olvidarlos, Silvio.
------- La oración anterior contiene errores
Otra barbaridad se extendió subrepticiamente, invalidando varios acrónimos. Muchos esperamos no terminar expulsados.
------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Escúchate, Nat, tienes razonamientos algo
ridículos.
Sendas ubres amamantan víboras exóticas, mientras estos novillos temen
entrar.
Estoy sopesando pedirte encarnizadamente razones a nuevas zalamerías apreciadas suavemente.
Son odiosos los electos ministros. Nos entretienen mientras engullen nuestras tiernas
esperanzas.
Nunca escuché garúa así, rauda. La oigo solemnemente.
Amantes puritanos, recordando otras bellezas, aguantan celos incontenibles osando negarlos.
Otro día intentaremos obtener su
aprobación.
Soy el gran ungido, intentaré dominarte, odiosa.