ACRÓNIMOS
Sorpresivamente, oigo llantos levemente obstruidos. ¡Zas! algún niño dolido… otro.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Si el ñandú olvida reir, estará sollozando.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
¡Orgías realizadas gracias a sus más obscuros
señores!
Su opulenta libertad fecundaba exitosos
orgasmos.
Obesos canarios amarillos se inflan orgullosamente; no entienden
solfeo.
Solíamos oler flores. Impregnados salíamos trotando inevitablemente. ¡Cómo añoro dichas
ocasiones!
Luzbeíta incrustaba nueces de oro
sofisticado.
Olvida recuerdos, intenta esperar nuevos tiempos, amaneceres
lindos.
El jefe era coreano, un típico
oriental.
¡Sólo os libero! Amar, morir, engendrar, no. También
ejecuto.
La amiga nueva come habichuelas ahumadas
solamente.
Al zarpar usaron
lanchas.
El sapo peludo estaba rascando al necio zorro
azul.
En nuestro territorio ríos inmensos surcan terrenos estériles. ¡Cuánta
esperanza!
Ríos abandonados usurpan dañadas almas. Mundanamente, el néctar te
entristece.
Ayer me ausenté
raudamente.
Amé rápidamente, morí obscuramente. Nunca intentaré
amar.
Oíamos trombones en
armonía.
Sereno, un extraño ñandú
otea.
Siempre anhelé días oscuros, mi alma sabría ocultarse. Quisiera un instante sombrío tras abundante
sueño.
Ofrecí favores extraños, nocivos, sexuales. Intenté violar amigas
sadomasoquistas.
El xenón parecía radioactivo: era suavemente incandescente. Obviamente nosotros intuimos situaciones molestas,
ofensivas.
En nuestra feria esperamos respetables manifestaciones artísticas: romanticismo, manierismo,
expresionismo.
Si interpretara la estúpida norma, caería inevitable, obstinadamente. Si accediera, me enfermaría nuevamente. Temo
enfermarme.
Esas quejas únicas, irrepetibles, vencíanme onerosamente. Cansado, abracé cualquier invento o negación, escapando
silenciosamente.
Riendo, esperaba publicar el tan impoluto, diáfano acrónimo. Mientras esperaba, no temía
equivocaciones.
Ayer me ordeñaron
repetidamente.
Enamórate, no andes mendigando orgasmos. Remédialo ahora, dame amor.
Sentí esa necesidad sumamente urgente: adorar lo malo, entregarme neciamente, terminar
enamorada.
El supuesto plan era raro: acabar nadando, zambullirse adentro de otras revoluciones.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Señor El Numida: no siento, últimamente, alguna leve mejoría en ningún tópico esperanzador.
REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
-¡Ahí! –dijo obscenamente la exótica señora- ¡Con el nudillo! ¡Tócame eróticamente,
sensualmente!
¡A la cama, obtusos, bandidos
adolescentes!
¿Obscenidades beligerantes? Sólo combato en nuestra
alcoba.
No insistas, no ganarás una nalgada obscena.
Nunca admiré coroneles, igualmente odié
ninguno.
Elecciones libres esperemos, con consciencia, inventando otra nación.
¡Espectacular! Siempre pensé, estimado Cabeto, imprimir acrónimos largos. Mientras espero, no tendré
elección.
Sí, amo la vida; amo jugar,
especialmente.
Esa rápida erección, compañero, con intensiones onanistas, no es salvaje.
Sus intenciones me incomodan. Espero no tener
erecciones.
Estoy muy ocupado cogiendo infantas orondas: nalgas apabullantes, níveas tetas. Eyacularé simiente.
Osos robustos. Zarigüeyas urgentes. Estaban lamíendose, observándose, sobándose.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sin otra razón pertinente renuncio. El nuevo día enfrentaré nuevos trabajos. Es mejor estrenar nuevas tareas
emocionantes.
Siendo otra, robé preciosos relojes. Nunca debieron entenderme. Nadie terminó entendiéndome. Mis explicaciones nunca tuvieron éxito.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Así rompí geniales esculturas. No tenía ideas netamente artísticas,
sorprendentemente.
No admiro diosas
argentinas.
Algunos yeyunos ulcerosos no aguantan
nada.
¡Opio placentero! Urge la espera, nuestras tribus
ayunan.
Simplemente observé la elegante ala dorada,
opulenta.
En nuestra fundación estamos remodelando. Mi espacio, donde almuerzo, debe estar
soleado.
Siempre actué libidinosa, ufanamente. Di amor, revelé
enfermedades.
Si otra liebre libera otra zorra, os
saludaré.
Siete obtusas luminarias lustran ocho zapatos ordenados sigilósamente.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Nuestro unicornio eludió coyotes entre
sollozos.
El xilofonista come opíparamente. Mientras, un loco guitarrista aguarda, rabiosamente, olfateando nueces.
Ser amable tiene increíbles satisfacciones; fue así como tú obtuviste reconocimiento. Irónicamente, al morir el nuncio, te excomulgaron.
El mortífero pollo atacó la aldea nuevamente. Dos ovejas lo ahuyentaron
satisfactoriamente.
Once boas se encuentran rondando. Vamos a matarlas
empalándolas.
Sus ojos no reflejaban el increíble
río.
Ocho juglares olvidaron sonreír.
Al caprichoso ogro le interesan tus
ojos.
El severo párroco escuchó, resignadamente, al nuevo, zalamero
acólito.
Seguramente ahora no generaré un imaginativo, novedoso acrónimo. Realmente invento algunos malos, estúpidos. No tengo
esperanza.
Nuestras ardillas recuerdan cuando ocho tarados intentaron zurrarlas antes de asesinarlas sanguinariamente.
Ayer pusiste láudano a un desayuno. Imagina esas risas ofuscadas,
narcotizadas.
Su equipo ganó un importante rally. Los
aplaudieron.
Se ocultó muy bien. Renunciaron a
seguirla.
Otro rinoceronte ansía colisionarme. Intentaré ocultarme nuevamente entre
sombras.
Este juego es rápido, con imaginación. Tiene
oraciones.
Olvidé mostrarte nuestro imponente palacio. Olvidé también enseñarte nuestro todopoderoso ejército.
¡Enhorabuena niños! ¿Dónde iréis ahora? Blandiendo la espada derrotaron otros sospechosos.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
!Oh, mi niña! Inclementes paladines ondeando trofeos embargaron nuestros tratos endiablados.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
¡Oh, Dios! Indúltanos, omnipotente.
Sabía alabar: la muy orgullosa derrochaba inspiradoras alabanzas, nunca demostraba
odio.
Oremos, requiero que unamos estas súplicas. También alabaremos salmodiando.
Zampoña andina: prodigioso aparato tocado en
orquestas.
Siempre oigo ese zapateo.
¿Eres sabihonda, tirana, injusta, malhablada, ultrajante, lambiscona o
soez?
Es sumamente tonto imaginar, ¡maravillosa ubre lechosa, o salivada!
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
El xilema permite llevar alimento ya abonado. Nunca duerme, obedece mediante estímulos.
Sin importar nada, cuando explícote, recuerda algo: me enfureces, nunca terminaré
explayándome.
Ahora mejor olvidemos. Recomencemos escribiendo sinceramente.
¡Ay, maldad! Ora revuelves este sitio.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
¡Sublime Alabama! La inspiración de
amores.
El sapo corretea ranas uruguayas para ultimarlas lentamente o sodomizarlas.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Esta salida cruel, ruin, última, pudo ubicarnos lentamente. ¡Otra
salida!
Obvio, no entiendo rencores. Osaron (sin altura) mentir estúpidamente, no tuvieron
escrúpulos.
Están sobrepasándose
onerosamente.
Siento ardor. Busco inmediatamente algo muy especial: noches templadas.
Eso.
Idiotas, más bien. Estúpidas con intenciones levemente esquizofrénicas, soeces.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Intuyo maldad. Bueno, entiendo cada incoherencia; las eludo
sabiamente.
Ocho cosas acepto; sólo ocho,
sí.
Somos enanos curiosos, recorremos estepas trayendo
oro.
Ese sobaco tiene olor, me agradaría gozar oliéndolo.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Sobacos apestosos no agradan; revuelven mi estómago.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Supe entender cada oscuro
secreto.
Sembremos olivos, los invito. Tenemos años regando insignificantes olivos secos.
Otros jinetes oraban
solitarios.
Sigue ese ñoño alardeando. Le arrancaré rápidamente los ojos.
Siempre ululé predios específicamente raros. Ayer recaí en islas soleadas.
REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Somos únicos, personas especiales, reyes ampliamente reconocidos. Es imperativo
señalarlo.
Siempre actuando repulsivamente, como animales solos, trabajando indiferentemente. ¿Cuándo os
superaréis?
Sí, urge ganarnos el respeto. Empecemos no creando inútiles acrónimos sarcásticos.
Señores, acabemos nuestra terrible indiferencia, fijemos intereses comunes, ahondemos donde otros resignaron. Espero
sugerencias.
Nuestros oprobios son olvidados. Tiernamente recuerdo orgasmos santificadores.
Sugieres algo libidinoso. Déjame, renunciemos a
nosotros.
Sugiero, entonces, no temer infortunios. Mejor intentemos entendernos. Nuestros tórridos orgasmos saldrán.
Amarte me espanta. Mejor observemos nuestros otros
sentimientos.
Sugiero unirnos ya. ¡Amémonos!
Extraño sus piernas interminables, necesarias. Amé cada actitud
suya.
Si intentas mamármela, utiliza lametones tórridos. Ay, nena, eso, oh, sí...REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
¡Eres soberbia puta! ¡Incluir nuestros amigos como amantes simultáneos!Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Siempre inquieto está mi Popeye rumiando espinacas.
Siempre empecé nervioso; terminaba, inevitablemente, mintiendo. Intentando empezar natural, terminaba ofuscado,
siempre.
¿Sabian antes nuestros tatarabuelos identificar falsas ideas científicas? ahora resumamos nuestra ostentosa sabiduría. REGLA 3: La frase anterior tiene errores. (Amén de que ésta misma, por sí sola, tiene varios errores).
Le interesan nuestros comentarios. Hacemos alarde, realmente. Le oímos santificarnos.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Somos amigos leales, verdaderos amigos. Nunca debimos olvidar los otros
sentimientos.
La Iglesia nunca comulgará humanos. Actualmente recibe los otarios,
salvándolos.
Esta mañana, por responsabilidad espiritual, salí a reventar idiotas, a
lincharlos.
Siempre es deseable unirse con inefables empresarios, no deseo otra meta
empresarial.
Recuerdo algunos brasileños ardientes
seduciéndome.
Este sapo come arañas, pero ansía
rabas.
Onanistas: cuando un párroco aparezca, recuerden
escapar.
Olvidados reinos
ocuparé.
Su elegante nave tiene abrelatas de
oro.
Nuestro amigo uruguayo sabe esperar apaciblemente
sentado.
Su asquerosa lengua me ocasiona
náuseas.
El xilofonista comió las últimas yemas. El nuevo tamborilero, el
salmón.
Esto no tiene remedio, están ganándose acciones totalmente excluyentes.
Sigamos intentando entrar, mujer. Podríamos reintentar eternamente.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Siento un temor infundado. Lo evito siempre.
REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Solamente escuché gemidos urgentes. Resonaban ostensiblemente.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Si ultrajan tumbas ignoradas, los encontrarán seguro.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sírveme eternamente, siéntete útil dedicándome arrebatados momentos eróticos. No temas:
entrégate.
Si ustedes tienen interés leerán escritos sesudamente.
Olía sobre cada una, respirando aromas
sutiles.
Su estadio no tiene iluminación. Me impresiona en noches tan
oscuras.
El sapo permanece amargado. Nuestro tractor ocasiona su angustioso
sentimiento.
Nunca osamos salir a besar enanos ni ogros. Resulta escalofriante sentir pelos o notar deformidades espantosas.
Sólo un pobre uruguayo respeta a
Nosabenoresponde.
Odio besar esbeltas, sus ósculos supuran.
Sentimentales estaban nuestros tios, imaginando dulces oraciones.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Olfato bueno, es siempre otro sentido.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Sudan olorosamente los
obesos.
En ningún cauto Estado, ganará urgentes enemigos cualquier idiota distraído. Observará
solo.
Insurrectos nacionalistas terminaron en raros nichos, anónimos muchos. Esperancemos, nosotros terminaremos
enceguecidos.
Algo sucede
internamente.
Sólo un bobo viajaría en reversa. Suena imposible viajar
así.
Sobre ese ñandú, únicamente él, libremente, osaba sentarse.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
El soldado tiene ocupación; impedir cualquier amenaza
subversiva.
Siempre ansío lamerte, usar diabluras amatorias bonitas. Libar eternamente mamas enardecidas, nalgas turgentes, estoicas.
Sustrajo un celeste urinario muy bello, impecable. Recién entonces, Marel13, orinó
saludablemente.
Siento usarte Cabeto. Últimamente me bajaban ideas raras. Espero, mañana, omitir sentencias.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Se acomodó bien. Imaginó, durante un rato, imprecaciones alarmantes.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Siempre urdí cuentos umbríos, moralinistas, bajos, inservibles. Repito: escribir mal ostenta sabiduría.REGLA 9: Las frases deben contener únicamente palabras que se encuentren en nuestra referencia máxima, El Diccionario.
Seguimos en nuestro tema infinito: mejorar. Intentemos escribir nuevos títulos o sucumbiremos.
Suavemente, un farol realza, iluminando, matices inesperados en nuestro tardío ocaso.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Sentir es nacer; tocar ideas, morir. Inteligentemente, ésta nada, también origina sufrimiento.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Si Alabama, la ioPasita, e., rieran, olvidaríamos negatividades.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Osos sarnosos comen uvas ricas, excelsas. Comen extasiados.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sepanlo enanos, no tienen importancia mediática. Insulsos enanitos nocturnos, todos ofuscados salieron.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Oscuros días incitaron al ratón los oscuros
sentimientos.
Eludí xilofonistas intrépidos. Temo
odiarlos.
Siguió urdiendo elucubraciones represivas. Tuvo
éxito.
Ocelotes furiosos retrocedían entre cardos. Esperaban merecer otra
suerte.
Señor onanista: busque algún cálido
orto.
Seis inadaptados me incitaron lascivamente a rascarles el
sobaco.
Eructé sabrosamente por una mala alimentación. Nunca tuve eructos
similares.
Su orificio colapsó, iniciando aberrantes balazos líquidos
espumantes.
Simpáticos uniformados jugaron en tu orificio
sociable.
Suspira. Ojea la interesante tesis. Asiste risueña ignorando a
sujetos.
Logro observar alas
solitarias.
Estos siempre tienen imaginación, encuentran rápidamente cómo obtener
loas.
Observaba serenamente cómo un roedor enceguecido comía
estiércol.
Obstinadamente, furiosos roedores espantan zorros cuando
oscurece.
Sólo alucinantes pociones
ofrezco.
sabes algo, pareces onagro
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Obstinado renacuajo: no auspicies motines. En nuestro tranquilo acuario legisla el
sapo.
Ningún ungüento tiene razón, incluso traen implícitos, vicios obscenos.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Nuestras únicas tres remeras inmundas tienen intrépidos volados
ornamentales.
Sobre una sucia urna, respetables ratones andaban buscando alimento
nutritivo.
El león entró violentamente. Asustados, dos amigos
susurraban.
Se impregna la esencia nocturna con ícaros ociosos, siempre amanecen muy endebles, nunca tienen empeño.
REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Su iris libidinoso examina; nuestro casero intenta ocupar su asquerosa mirada escudriñando nuestras tetas elevadas.
Sólo una pudo encontrarme rápidamente. Dos o tres amagaron, después olvidaron
silenciosamente.
Estoy llevándome estos gañanes a Noruega, todos están superdotados.
Olvídenlo, ciudadanos uruguayos; los tallarines amarillos representan tradiciones
elegantes.
Aquesta guarida utilizaremos, aqueste refugio donde amamos… No dudes ocultarte.
Accedí gustosamente usando aquél riñón. Desde ahora no donaré órganos.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Su única divisa ondeaba robusta; oculto, seguía
aguardando.
Esa sádica costumbre osa penetrar enardecida, tu alma
sudorosa.
El toro estaba rondando nuestro automóvil. Maldijimos entonces no tener
escopetas.
¿Orinarás, realmente? Inténtalo, niña asquerosa, reiré
eternamente.
Si otra noche ríes incansablemente, en nuestra ducha
orinaré.
Olvidé bucear sólo con escafandra, no introducirme desnudo. Ahora debo emerger sonriendo.
Silencio; otros ñandúes aparecerán. No digas
obscenidades.
Otro, bebé, nadaría ufanamente bebiéndote ilusiones. ¿Lloras, ahora? reanímate, estarás muy ocupada
soñando.
¡Avancen vuestros ataques, necios, zonzos alemanes! Nosotros dominaremos
, obnubilaremos.
Observo buenas sentencias, espero reservarlas. ¡Vamos avanzando!
Sueño, entonces, con regresar entero; tú,
observa.
Si esa mujer olvida venir, intentaré escuchar nuevos temas en secreto.
Ovario busca semen cálido, espermatozoides nadando o
semovientes.
¿Siempre actuando como inadaptada? ¡Alabama! ¡Deja!
Ojo...
Siento un pequeño espasmo, recuerdo inmejorables orgasmos. Requiero estar saciado.
Olfateaste rápidamente nuestro alegre malvón. Entonces notaste tantos olores
superiores.
Si obtienes sangre, inútil es ganar ornamentos.
Antes me inspirabas gracia. Ahora,
sosiego.
Estoy sudando por estar reiteradamente agasajando nalgas, zorreando amigas.
En ningún caso amé mucho. Antes, relativamente, sólo estafaba.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
En ningún caso amé mucho. Amor relativo, se entiende...REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
En nuestra cama, abrazados, morimos. Allí rompieron su esperanza.REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
REGLA 7: Un mismo participante no debe escribir dos frases seguidas.
En nuestra cama, abrazados, morimos. Allí rompieron su
esperanza.
Encontramos sensuales coristas ululando para
encamarse.
Olí buenos sexos. Embadurné solitarias, impresionantes vulvas. Además,
sobé.
Sigo expresando risibles ideas
obsesivas.
¡Ostias! Recibí dos empellones nefastos. ¡En
serio!
Estábamos sentados todos, unidos por igualdad de
órdenes.
Obstinado, bruto, soso. Todo reconstruye un yo
estúpido.
Sigo, ociosamente, blasfemando. Repito, estúpidamente, nuestros terribles errores. No digas idioteces. Dios
obstruye.
Entiendan, nunca formaremos equipo. Retráctense mejor, esto de amar debería estar sobrentendido.
Era nuestro feriado, el río me estaba dando azotes.
¿Dónde? ...
¿En serio?...Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Si otro ñato apareciera nadie debería ocultarlo.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
En nuestra fiesta estuvimos riendo mucho. El domingo aburridos. Después estuvimos soñando.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Sentí inmensa empatía, toleraban
enfermedades.
Soltaron una carcajada. Eran seis o
siete.
Soltó el xilofón asustada, gritó, empezó nuevamente a reír. Ignoraba otros
sucesos.
El xerógrafo obtuvo notas espectaculares. Relacionó a múltiples oradores
sexagenarios.
Sin otros comentarios. Imperfectos acrónimos balbuceó. ¿Lo
exoneramos?
Discreta, excelente cocinera, inteligente; soy ideal, obsequiosa, notablemente estricta,
sociable.
Siempre, amor, negaste infidelidades. ¿Debería adoptar decisiones?
Experimento xeroftalmía, pero estoy recuperándome. Invierto en novedosos cambios intentando alcanzar sanidad.
Siempre intento no gesticular, aunque repita tus
experiencias.
Siempre anhelo tus agradables nalgas. Ansío singarte.
Siento otra boca rasgando estos pezones rotos. Otro tío embiste generosamente incitando dolorosos orgasmos. ¡
Satanás!
Si obtienes buenas remuneraciones, entonces podrás retribuir otras tantas. Esas ganacias incrementarán doblemente otros salarios.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Sintiéronse ensuciados nuevamente. Sintiéronse asqueados, cual infelices orates narigones: eran
sobreprotegidos.
Ósculo, beso improvisado. ¡Tienes... un adorable reflejo! Invócame ocultas
sensaciones.
Oremos remembrando obituarios.
Otro trabajo obligó repetidamente rescatar ideas. No ocultó la astucia repentina. Ignoró nuevos gastos. Ocultó lo ocultable. Ganó
oro.
Estoy sumamente conmocionado, ocultaste nuestros descubrimientos iniciales del otorrinolaringólogo.
Si un beso inspiras, tragas amor. Más, en nuestro tesoro
escondido.
No olvides, cuando te untes remedios, nunca oprimas súbitamente.
Agua gris: urge asearla. Río de escombros
nocturnos.
Siempre oigo sus preguntas. Estoy contestando, hombre. ¡Aguarden!
Oculté bien todos esos nidos de ratas. ¿Alguna
sospecha?
Otro bonito tema éste. ¿No deberíamos remitir acrónimos sesudamente?
¡Síguele! Intentos gramaticales nulos
obtendrás.
¡Otro repentino trauma ortográfico! Grandes reprimendas alcanzarán. Fomentaré insertar comas, ostentoso signo.
¡Será idiota! Legó esos nardos casi inodoros. Alguien rememoró ese iluso suceso.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
¡Oh Rey! Todos osaron gritar rápidamente, alevosamente. Fieras indómitas, ¿cuándo os silenciaréis?Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Ocio rampante, tensión ociosa, gracia rancia, aventura fodonga, intensidad calma; oxímorones sencillos.REGLA 4: LA frase no es una oración completa.
Es muy bueno escribiendo. Leyendo las enciclopedias conoció, indudablemente, datos
ortográficos.
El xenón, comúnmente usado, se encuentra nuevo, más
embellecido.
Ostento cada uña limpia, tersa, alardeando realeza, excelencia...REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Ese xilógrafo compró unas setas. Extraño, ¿no? Me ocultaré…REGLA 1: La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Es sumamente posible equivocarme cuando intento alegrarme leyendo. Me encuentro notoriamente triste.
Excúsenme.
Sentirte es necesario. También intentaré redimirme masturbándote especialmente.
Estúpida, no intentes gemir más. ¿Aparentas
sentirme?
Siempre urge descifrar enigmas.
Se abrió la ventana, entornóse misteriosamente. Obviamente nada oí.
Sudé.
Sin acrónimos realistas, compañeros, amigos, seremos todos ignorantes. Cambiemos ahora, ¡salvémonos!
Silbamos antifonías levemente umbrías, disonantes, oscuramente
sarcásticas.
Es raro, otros ganaron euros; nosotros apenas
saludos.
No estoy realmente vencido imaginando ocioso sus atributos, mujer, en noches taladrantemente
erógenas.
Se escondió, no sé aún cuándo. Intuyo otra negación.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Nada espero realmente. Vivo indiferente. Oso salir a menudo, es nueva tal sensación. REGLA 1: La oración NO tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Rápidamente uniste fuerzas incontables. Atacaron
nerviosamente.
Obeso libidinoso, vas insinuándote demasiado. Arréglatelas,
rufián.
Esas nalgas tremendas enajenan… Requiero olvidar.
Sigilosamente, iré entre matorrales para romperlo
entero.
¿Obeso? ¡Bah! Voy intentando ejercitarme desde ayer. Delgado estaré siempre.
¿Sabes, obeso ñoño? asqueas nomás, diciendo
obviedades.
Estoy nomás follando alocadamente, dichosamente. ¿Estaré soñando?
Soy un bestia infiel. Tú admites mentiras; entonces, no te
enfades.
Olvidé días intensos, obsesivos. Los abanandoné
súbitamente.
De inauguraciones asquerosas reniego, instintivamente ódiolas.
Siendo el xenófobo un asqueroso libertino, indico damnificarle a
diario.
Dices idioteces continuamente. Otra tontería, otra memez insulsa... acabará sepultándote.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
¡Sí! Es xenófoba. Usualmente añado la induvidual, dadas algunas dicotomías.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
¡Siento un calor, una ligera elevación! ¿No tienes otra
sexualidad?
Eso sí puede enojarme, camarada. Tratar amargamente clítoris usados, ¡los amo! Regularmente están suculentos.
Son ingratos. Nadie gasta unánimemente libertad alguna. Recelosos, miran enloquecidos nuevos torneos
espectaculares.
En sus corazones albergaban nuevos deseos, algunos los ocultaban
singularmente.
Solían actuar todos impunemente sacando faltas a cada integrante español. Nunca debieron ocasionar más
escándalos.
Soy otro sexólogo perdido, empecé consultando, he acabado satisfaciéndome.
Esa necesidad literal asquea todavía, además, debieron aunar
sospechas.
Estos nacos toman refrescos enlatados, ¡guácala! Urge enseñarles nuevas sensaciones enlatadas.
Oh, bestias, viles idiotas. Ahora me escucharán. Nada temo.
¡Entréguense!
Es natural rechazar el deseo. Algunos recomiendan altruismos sexuales.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Odiosa bestia, vívora intrigante, a mi esposo no te enredarás.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Osado soy, a diario obviamente.
Olfateé la apacible vid inundándome, atragantándome.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
"¡Oh sorpresa!" agregó doña Olavia.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Reía el famoso uruguayo, ganador intrépido,
osado.
Sólo ese diario usó como triste, oloroso
refugio.
Orgullosa, recibí naranjas amargas. ¿Merecía esto? Ninguna tenía olor
seductor.
Sencillamente estoy conversando reunido en tus
ornamentos.
Lastimado, un gris unicornio buscaba refugio en
secreto.
Sonaban orquestas
lúgubres.
Once serenatas cantó usted, resueltamente, al
sol.
Americanos locos guardan ubres nórdicas
oscuras.
Seguramente antes tenías amigos. Ninguno imaginó cambio
alguno.
Estimado señor Cabeto: repetidamente, usted parece una llaga ortográficamente satánica.
Sarcásticamente usaste particiones lindantes. Increíble cómo antes nunca tuviste
escrúpulos.
¡Anda! No te esperaré
suplicante.
Elijo separar putrefactos espárragos roñosos aunque no zumben
antes.
¿Amar? Me arde rabiosamente tu
esperanza.
Sola, oculta, lograrás amarte.
Son estas noches sinceramente atroces, contigo ido. Otra noche espantosamente
sola.
Son once noches repetidas esperándote, intentando recordar instintivamente algunas sensaciones.
Si olvidaras mis ojos,
sonreirías.
Somos actores con amplio repertorio, ofrecemos ímpetu, desempeño ejemplar. Así somos.
El sabor clásico andino requiere papas, alcachofas, dos obleas
sacaroideas.
Sólo un cerdo innoble. Otro... sí...
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
El secreto causaba atormentados recuerdos, poseídos absesos dolorosamente oscuros, sucios.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Escúchame, necio gavilán rapaz. Anida nuevamente donde existan cerros
escarpados.
Anímate, prostituta, rehaz esa serena unión renegada. Apúrate, dime algo, meretriz; esconderte no te
engrandece.
Olavia, reza
apresuradamente.
Silencio, una prostituta llora. Inclínate, corazón, inclínate:
ora.
Amada, suplícame cariño, únete al suplicio.
Así, mami, espérame ronroneando ilusiones como
ascuas.
Oscuridad sin cuartel, umbral reciamente eclipsado… ¡cuánta ira da América!
Ese mierda putañero alardea con humildad
oscurecida.
Recién acuñé dos ideas: coger alegremente, lamer majestuosamente entrepiernas. ¡Nunca tendré empacho!
El xilógrafo crea imágenes talladas. Arte de oscuros sobrerrelieves.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Respetamos aquél dicho: "Increíble culo, adorable, libidinosa mujer", explican numerosos tipos excitados.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Sí, erotízame
radicalmente
Sensualmente, uso nauseabundas tortas untándolas obsequiosamente sobre otro
ser.
Sí, estoy xerografiando unos anuncios luminosos, estarán suntuosos.
Ahora me incentivaron. Generaré acrónimos
sexuales.
Naturalmente, Alabama, tus últimas raras aficiones logran excitarme zurriando amigas.
Experimento novedosa lascivia olisqueando quijadas ulcerosas. Excitan copiosamente esta
naturaleza.
Estas tetas erectas realmente no amamantan, mamá. Estas níveas tetas enloquecen.
El torpe enemigo retador negó amar mis excelentes nuevas tetas exhuberantes.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Espíritus, sáquenme tanta amargura. Lloraré las almas, rezaré
eternamente.
Seguiré infinitamente, gozaré ululando. ¡Estallaré!
¡Sí! ¡anal! No te obnubiles,
sigue...
Aquí vamos empezando, mañana allá repetiremos importantes asuntos santos.
Ahora: huir o rezar
avemarías...
¡Sentate, idiota! ¿Lo escuchaste? No, claro. ¡Imbécil! Oíme, serenate
ahora.
O reniegas, o nada. ¡Dímelo, asna
silenciosa!
Estamos mareados. Buscamos rosas ufanas, jazmines avezados, dalias
orondas.
Hoy imaginé el rudo alambre taponando -imaginariamente, claro-, al mono -experto narcisista-, totalmente
embrujado.
Solo olores pútridos las abuelas nos dan,
oh...
Oímos los vientos iracundos del este
soplando.
Nadie intenta esconderlo. Gozamos usurpando, estafando. No lo
olvides.
Son, ustedes cuatro, unos malditos bribones entrometidos. ¡
Niéguenlo!
Sé escribir rondós, elegías, novelas, alabanzas. Todas así
sucumben.
Suenan anestesias nauseabundas torciendo indios. Fortifiquemos incisos calibrados antes de orar repetidamente alertando
serenatas.
Elevaremos sus corazones, oraremos nuestras divinas intenciones, dulces oraciones
santificadoras.
Saqué ostiones nadando, sirenas atentas me enseñaron náuticos tesoros
escondidos.
Espero, sinceramente, poder estar reposando allá, no zoncear aquí.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Saetas opacas nos sorprendieron acuchillando malamente, esta, nuestra tierna esperanza.
Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Remendamos aquellos talegos arruinados
sonsamente.
Se encontraron. Ruborizados, reían alegremente del
amor.
Nótese, esto observo: zafacocas entre los aburridos neozelandeses desencadenando eternas situaciones estremecedoramente sinvergüenzas.
REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Esos xenófobos colombianos ingratos traen alarma creciente indemnizando opas neozelandeses.
REGLA 1: No tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sin ojos la iguana te alcanzó rauda, intrusa ocupante
serrada.
Sus olvidados labios apremiaban mi espíritu. Nunca tuve excitación.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Sobre olas libanesas insinuabasen torsos albinos, rubicundos, iracundos. Ostras solamente.Regla 2: La oración tiene faltas de ortografía.
Oscuros sentimientos contengo, usurpando recuerdos entre cenizas incestuosas, dando amores solitarios.
Obligado, liberé veinte iguanas de Arizona ligeramente
oscurecidas.
Estoy sirviendo tu última petición. Inmediatamente después, olvídalo.
Así duerme, remolón, el dromedario
estúpido.
Solamente emanaba mugre acumulada nocivamente
adrede.
Saldremos a bucear esta semana.
Silvia adoraba basurear energúmenos solitarios.REGLA 5: No se permite usar nombres propios.
Soy un bestia innoble, también onanista,
¿sabés?
¡Sos insoportable! Gemís insultatemente, luego orinás sobre algunos matorrales enanos. No te entiendo.REGLA 3: La frase anterior tiene errores.
Si, una bailarina intenté tentar, ocultándonos sigilosamente.REGLA 2: La palabra sí, cuando denota afirmación, debe llevar tilde.
Estoy manejando puros automóviles nipones, alegremente doy acelerones súbitos.
Estaba sulfurado, furioso: untaban miel en sus
empanadas.
¡Sucio obispo ñiquiñaque,
esfúmese!
Sentimientos oscuros, recuerdos delirantes, incoherencias, demencias oníricas,
soñé.
Estaba fumando estopa robada viciosamente en Sumatra cuando escuché nueve tiros escalofriantemente
sórdidos.
Obsequiar narcóticos es realmente obsceno. Si acaso mézclalos en néctares, tés
efervescentes.
Yo elegí robar buñuelos erógenos, robarlos
onerosamente.
Soy erótico, narcisista, altanero, dulce, onanista, rastrero: Eso
soy.
Sucia amargada, cruel rastrera, amargas mi espíritu negando tus orígenes. Regla #3: la frase anterior tiene errores.