ACRÓNIMOS
Es nuestra cultura. Ideas erradas repetimos, reiteramos
obstinadamente.
Sus ideas libertarias encendieron nuestras conciencias. Impulsamos otras salidas al meditar en nuestro triste
encierro.
Sólo oírlos te espantan. Ruidos rarísimos asustan. Debemos actuar
silenciosamente.
Entendimos su postura al conocer intimidades ocultas,
soterradas...
Si insistes, en mi provincia recuperarás
espacios.
No estuvo cerrado. Insisto, abrimos
siempre.
Es siempre terrible ofrecer razones brutales, astutas,
necias.
Ahora mis ansias reprimidas me
estorban.
Entonces no trates. Es ridículo
amarme.
Sería extraordinario recordarte íntegra,
entera.
Siempre oímos
burradas. Ahora comencemos otra
serie.
Son once necios sobando once
sobacos.
Solamente esos ñames asiáticos lograron, inmediatamente, zampear aquella cuenca. Iniciaron operaciones negando estar
sonsos.
Entre xenófobos hilvanan acuerdos, un siniestro tratado omite
señalizaciones.
Ocho fulanos empezaron nadando, después embarcaron repentinamente. Terminaron exhaustos.
Odio decirte insensateces,
ofenderte...
Seis adorables leonas ululaban de amor, nunca de
odio.
Señaló a los uniformados desde aquella barcaza, lo estaban
saludando.
Algunos comen empanadas, pero todos apreciamos berro, lechuga, ensaladas
saludables.
Su investigador no consiguió evidencias rotundas,
aceptables...
Nunca ofrecí mi amistad
sincera.
Son osados, bombardean Roma así
nomás.
Sabios amigos, bastan. Incultos amigos,
sobran.
Sus aviones bombardearon Roma ocho semanas antes, ¿
sabías?
Olavia siempre cocina unas recetas almibaradas,
sabrosas.
Siempre intentará liberar los enconos con intenciones oscuras, solamente
oscuras.
Si Ala lucubra un tema, aporta cien ideas oportunas. Nunca está
silencioso.
Ala, cuando Emmanuel presente tu artículo, recibirás emotivos manoteos, ovaciones,
salutaciones...
Sólo opciones liberales
aceptaremos.
Sos alguien nada convencional. Importe o no, al regalo lo observarás
sola.
Soportó otros pibes, otros realmente traviesos, alumnos revoltosos... Ese maestro odiaba
sancionarlos.
Sí, hay algunos kilos embolsados, sarasa. Puedes empezar a reunir efectivo.
-------- La oración anterior contiene errores.
Sus ojos pueden observarnos roboticamente, tiene algunas refacciones electrónicas. Mejor ocúltate, Shakespeare.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
¿Saldrás ahora? Lárgate inmediatamente, menos olor
soportaremos.
Eres necio, fanfarrón; utilizas raras estructuras compositivas. Irritados de oírte,
salimos.
Sí, alguien lo vio entre numerosos marinos
enfurecidos.
Sus enormes melones están jugosísimos. Ahora no tendré escapatoria. ¡
Sálvenme!
Esa morena os causará increíbles orgasmos, no existen
semejantes.
Si intentas enamorarme, me permitirás recordar
emociones.
Se ofuscan los orates,
siempre.
La abstinencia, ¿será triste? Imagino muchos amantes desorientados, ofuscados,
solos...
Sí, ebrios xilofonistas usualmente acaban
lastimados.
Oler suavemente culos: una real aventura
sexual.
Ah, mis intimidades son tan oscuras, sumamente
oscuras.
Seis italianos bebían... Emmanuel reía indicándoles alguna nueva ocurrencia
suya.
Si intentas besarme, estúpido, regálame increíbles alhajas (no tengo
ópalos).
¿Resulta interesante tener muchos osos
siberianos?
El menor prefiere escuchar
rock. Aborrece demasiado otros
ritmos.
Sus exclamaciones me están jodiendo ante nuestro tonto
emperador.
¿Estimar su tamaño ahora? No, considero ínfimo algo
semejante.
Soldados uniformados atacaron varias
estancias.
Repíteme ese cuento ucraniano; es realmente dulce, amablemente
suave.
Su olor nauseabundo realmente era increíble, ¿
recuerdas?
Ayer meé al reverendo... Incluso los lacayos osaron
sonreír.
Recibí estos zapatos
amarillos.
Ante mi ostracismo,
reza.
Recibí efusivos besos; obtuve tanto
amor.
Sinceramente, amigo, la indignidad
rebota.
Sí, el xilofonista intentó
salir.
Soy el reportero policiaco. Intentaré escribir noticias terriblemente excitantes,
sexis.
Suelo oler bellas axilas, ¿cómo olería sobacos?
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Solamente otro bravucón acaba con ocho
serpientes.
Oye, Latinlosers, estoy oliendo
sobacos.
Desde el suelo observé xerografías impresas recientemente. Recuerdo incluso bonitos óleos novedosos; uno con logotipos estampados. Intentaré crear
óleos.
Esa neurona tiene impresiones de ácido
desoxirribonucleico.
Eso no te incumbe, insensato. Dfinitivamente, aquí declino.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Obviamente, boludo, volví. Insisto: a mi entender, no tenés
entidad.
Sus amigas tienen increíbles, suculentas faldas. Estaré checándolas,
obviamente.
Obtuve buenos logros aquí. Conseguiré incluso otros, nunca estaré
satisfecho.
Xenófobos infames lo orquestaron: fueron ordenándole necias
oblaciones.
Oye, lelo, ocúltate rápidamente. ¡Ox, sonso,
ox!
Sus inmundos besos empachan, realmente irritan. Así, nunca asegurará
sexo.
Ese xilófago comió espectaculares palos, comió incansablemente otras nuevas especies
siberianas.
Si intentas besarme, idiota, leyes importantes necesitas acatar. Mis estatutos no tienen excepciones.
El xilofonista comechingón usa sus acrónimos
sibilinamente.
Ala tiene increíbles excrementos, nunca dará
excusas.
Xilofonista estúpido, ¿no oyes? Fíjate, oye bien,
atiende.
Otra boludez encarna la inmundicia,
xenófoba.
Extraños xilófonos coloridos intentaba tocar Obélix.
Ovaciones, vítores, aclamaciones con ímpetu obtuve. Nunca antes, nadie decidió ovacionarme. Me
excitó.
Xochimilcas intentaban limpiar ostiones fétidos, orando neciamente,
ovacionándome.
Nunca estoy consciente. Intento amarte, mi estimada Nat. Te amaré.
--------- La oración anterior contiene errores.`
Xochimilcas intentaban limpiar ostiones fétidos, orando neciamente.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Ocultos bajo sus escondrijos, rebeldes vietnamitas esperaban silenciosamente.
--------- La oración anterior contiene errores.
Xilofonista imbecil, ¿lo olvidaste? Fíjate, oye, no observes.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Seis indios ocultaron un
xilófono.
El sol prendido... el río andante... nada zarandea al
sioux.
Insistimos. Mirándonos, aquellos guardias ignoran nuestras apelaciones. Tenemos
esperanzas...
Espérame, sí, porque estoy realmente ocupada...
--------- La oración anterior contiene errores.
¡Imposible, muñeca! Ahora gritaba impaciente Nat. Apúrate, te espero.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Son otras, Marthita, algo lilas...
¡Imagínate!
Su enorme xantoma untó a la enfermera
somalí.
Olavia, intenta decirme odas
sexuales.
Otros xenófobos insistieron, gritaron en nuestros
oídos.
Siempre impusieron la ley... otros,
no.
¿No, otro? Vives escuchando discos antiguos desde el
sillón.
Oye, yo estuve recientemente oyendo
novedades.
Olviden fumar en nuestro dormitorio, imbéciles, ¿
oyeron?
Olavia le vació incienso de azafrán, rabiosa. Lo
ofendió.
Oh, la verga inmensa de aquel ruco la impresionó.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sus actos no generaban rencor, algunos no debieron
olvidarlo.
Olavia rompió algunas tablas, estaba
sangrando.
Les estamos ganando ahora, jóvenes
orates.
Otro funcionario incapaz creyó indicado aquel
legajo.
Odio dejar indicios,
oficial.
Ovidio dijo: "imploren, onagros".
---------- La oración tiene faltas de ortografía
Siguen unas bestias
irascibles, están
nutriéndose de
odio.
Otra yegua está
subiendo.
Oh, truenos, relámpagos... ¿
Oyes?
Ah, batido... ahora tengo interés, dadme
otro.
Nat, indicó Cabeto, Ala regresará a Guatemala únicamente
abatido...
El sinvergüenza cojonudo usa calzones hechos en
Nicaragua.
Oíme, Juan... Emmanuel también,
escuchen.
El señor tiene razón, alguna bacteria infectó su maloliente
ojete.
Ese señor tiene
estrabismo.
A las estrellas gritaré, recordándoles el momento exacto: nueve treinta,
Este.
Aquella xilófaga india os mataría
alegremente.
Argumenta, Cabeto. Explícanos rápidamente cada
axioma.
Rema, el valeroso indio se te
acerca.
Leía una gigantesca, asombrosa
revista.
El xilofonista compuso esa pieza. Cada instrumento ocuparía, notablemente, algún
lugar.
¡Orinaste renacuajos! ¡Impresionante, Nat,
excepcional!
Ahórrate los comentarios, Ala. No zurres a Marthita,
¿eh?
Soy un cohete universal, majestuosamente brillante, intenso. ¡Rápido,
alcánzame!
Ah, Marthita, ¿osas regalarte o supones Ala
sucumbirá?
Ala, lograste convencerme. Ofrezco bendiciones
amorosas.
Escucha, no comiences imaginando monerías,
Ala.
Algunas locas comenzaron a nombrarme. Zapatean aburridas, ruegan tenerme
encima.
Ayer me intentaste ganar,
Ala.
Andy, horribles oraciones redactas,
amiga...
A nuestros amigos: realmente, ¿quieren una idea simple también
ahora?
¡Rueda abajo, tonto
anarquista!
Ahora morirás. ¿Oíste,
rata?
Sueles ocultar nuestro sensual
amor.
Odio decir idioteces. Odio saberte obesa,
sonsa.
Soy alguien querido, un exitoso señor. Escúchenme, lerdos
odiosos.
Su uniforme tiene increíbles lamparones, Emmanuel. ¡
Sáqueselo!
Sólo Emmanuel necesita sentido, algunos términos acaso
sutiles.
Esto no tiene razones entendibles. Ningún acrónimo dice oraciones
sensatas.
Sigamos a los
entrenados.
Oculté pensamientos oscuros, recordando tu usurera necedad. Intentaré decírtelos antes de empacar,
¿sale?
¿Los usan? Más inocentes necesitan otras seguras
oportunidades.
El mundo me ama. ¡Nuestro universo es
luminoso!
Andy les entregará geniales regalos,
Emmanuel.
Siete obispos beben ron, exclamando mil atrocidades. Ninguno está realmente
alegre.
Andan diciendo obscenidades. Realmente, nos ofenden
sobremanera.
Ayer recorrimos rutas europeas. Guiaba la aventura, divertido,
Ala.
Nunca aparezcas tan
arreglada.
Sí, algunos bebían infusiones agregándoles
nata.
Ocho señoras tejían remeras. Algunas
sabían.
El mejor pirata arribó. Luego, aguzadamente, dejó
ostras.
Ojalá pudiera resolver integrales... Muero intentándolo, realmente.
--------- La oración anterior contiene errores.
Estoy muy preocupada. Antes, las abogadas, decían oprimir.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Sos un basto y un gay alterado. ¿No deberías, ofensor, terminar
empalado?
¿Ofenderte, fanfarrón? Esto necesitas, dolor extremo
subyugándote.
Siempre intentas bendecirnos esperando recompensa inmediata, amigo. ¡Nos
ofendes!
Atolondrados, vivimos en nuestra troica un rudo agosto
siberiano.
Olviden los amores, vivan increíbles
aventuras.
"¿Andy casada?, imposible", dijo
Olavia.
Entró Nat, tan regocijada, Emmanuel... Traía esas noticias increíbles de
Ala.
Olavia jugaba ensimismada, tan
entretenida...
Ojalá, bonito... tendrías un verdadero
ojete.
Es mi primo, regresó; estaba secuestrado. Algunos recuerdos imborrables obtuvo.
Secuestraron a un conocido
empresario.
El xilófago causó un susto al sauce.
Olavia mintió. No importa porqué... Olavia te engañó. ¿Necesitas tantas
excusas?
Ahora devora otra banana asada. ¡Da
asco!
El señor come una chalupa
adobada.
En nuestra lucha olvidamos que un enloquecido cacique
escucha.
¿Amarte? Marthita, Ala realmente te
enloquece...
Son opiniones bastante raras,
Ala.
Sí, es xenón. Usado adecuadamente, la electricidad
sobra.
El juez estimó recias calumnias, intentando conciliar intensas ofensas
sexuales.
Ojalá funcionen unas sanciones... Cada alumno resolverá seis
ejercicios.
Seis obesos nadaron sin
ofuscarse.
Si osas felicitarme, intenta suprimirte. Te imploro, cabrón, aléjate. Diligentemente ocúltate, sonso.
Siempre están creando revuelo. Están tan ansiosos, sinceramente.
--------- La oración de la que parte contiene errores.
Sólo en días intensos en nuestro trabajo, orinaba.
--------- La oración anterior contiene errores.
El niño come olivas maduras, impresionantes. Está necesitado de agua, sediento.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la última frase válida.
Si ocultáramos fotos inmundas, seguramente tendríamos innumerables cajas archivadas, olvidadas, secretas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Siendo estas xerografías únicas, armemos lienzos especialmente
sofisticados.
Solamente el xenófobo insiste, ¿sí?
--------- La oración anterior contiene errores.
Sí, el xilofonista usa adjetivos largos, extrañamente sexis.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Seguramente ese xifoides, ubicado allí, limitará experiencias
sexuales.
No estoy chingando, es de amigos decir epítetos
sexuales.
Oh, x, incógnita matemática... observo reiterar obvias
necedades.
Río, impúdico. Diariamente intento confundirte utilizando largos
oxímoron.
Sigue empeñándote, xenófobo. Tendrás un peso literario importantísimo construyendo acrónimos
ridículos.
Ese queso uruguayo intenté
sextuplicar.
El xenófobo pretende repetir, incansable, más insoportables, reiteradas
equis.
Soy aquel terrible empresario. Los intereses te exprimiré.
Otro cohete espacial alcanzó nuestro octavo
satélite.
El xenófobo pretende legislar oprobiosos tratamientos a residentes árabes, ¿
no?
Si usas cacao, intenta añadirle menta. Entonces nuestras tazas
explotarán.
Su única condición inapelable: asesinarlos
suciamente.
De esa singular griega recuerdo, acaso con impiedad, aquellas dos orejas
sucias.
Otros quieren usar el dinero ajeno. ¡
Desgraciados!
Recé el salve, inmediatamente sentí tanta
oquedad.
Aunque me odien,
resisto.
Adoro, limeña, esa gracia... Ríes infundiendo
amor.
Oh... Felices experiencias recientes traen
alegría.
En su casa recordó otra tentadora
oferta.
Odio darte importancia. ¡Ayer recordé tu
escroto!
Ódiame, después intentaré
odiarte.
Observo discreción, intuyo
odio.
Siempre esa seriedad genera
odio.
Se está notando tanta inmodestia... merece irse expulsada, nosotros tenemos otro
sesgo.
Sólo algunos besos, inocentes o naturales, despiertan oscuros
sentimientos.
Olavia festeja entre nobeles sus incontables victorias. ¡Alábenla, sabiondos!
Suspiren ustedes, susurren unidos. Recién recibimos algunas noticias demasiado
ofensivas.
Anda, déjame joderte. Estaremos tan idiotizados, vitoreando o
susurrando.
Ahora yo usaré dos
adjetivos.
Ayer rompí mi escoba nueva. Imploro
ayuda.
Ácidas cerezas realmente oscuras, negras, intentábamos masticar. Olían sabrosas.
--------- La oración anterior contiene errores.
¡Andy -regañó Marthita enfadada- no ingreses acrónimos!
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Sí, aquel mañoso armenio renunció. Kazakos armados nunca dejaron Armenia.
No abordes la galera al dirigirte a
Samarkanda.
Su alteza, ¿le ofrezco
nalgadas?
Otro rey gitano ingresó al
salón.
Se anuncian grandes romerías. Algunas devendrán orgías.
Oigan: regresó aquel ciudadano ilustre. ¿Ocupará nuestro espacio
sagrado?
Sí, Andy, los vi abrazarse.
--------- La oración anterior contiene errores.
Ocho rinocerontes arremetiron contra indefensas ocas, ninguna estuvo salva.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Solamente a guascazos regresará al debido ostracismo.
--------- La oración anterior contiene errores
Oigan: Regresó aquel ciudadano ilustre. ¿Ocupará nuestro espacio sagrado?
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Suelo impedir largos encuentros, negando con ímpetu
oraciones.
Otra fácil receta es cocerlas en ricos limones especialmente
salados.
Sabrosas alcachofas necesitamos
ofrecerles.
Óyeme: trabajar resulta algo sano...
--------- La oración anterior contiene errores
Siempre intentas lamentables escapatorias...¿No corresponde intentar otras?
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Esperamos nuestro turno impacientes. Elucubramos nuestros desafíos en
silencio.
Emmanuel, si pudiera escucharnos Cabeto, indicaría (a lo mejor) ese nuevo término...
¿Entiendes?
Liberarme implicaría beber ese ron atesorado tan
especialmente.
Andy, ¿no gustarías ese licor iraní con anís? ¡
Libérate!
Optar la inutiliza. Generalmente ofrece frenos, resultando entonces nívea, impoluta... casi
angelical.
Olavia buscaba su efeméride, quería una importante. Olavia, ¿sería
oligofrénica?
Obrar para otro resulta tan
obsequioso...
Aperitivo: Moler avellanas, nueces, eneldo, romero, azúcar, menta... Incorporar entonces nata, también
oporto.
Aquellos insultos retorcidos ocutaban su
amaneramiento.
Otorgué dos identificaciones oportunamente. Salí
airosa.
Señoritas importantes gozaban al mimo, olvidando su lozanía
odiosa.
Sí, ese ñoño obtuvo respuestas espectaculares,
sigámoslo.
Se abrieron las valvas a dos ostras.
--------- La oración anterior contiene errores.
Si este ñoño obcecado recibiera educación, estaría salvado.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Intensos días están acercándose,
señores.
Otros maestros aceptan nuestras
ideas.
Otro se creía un rey
omaní.
Sólo usaremos el
lápiz oscuro.
Soy otro pobre inglés tirado al
suelo.
Si alguno los alimenta, morirán intoxicados. ¿No eligen
sopitas?
En nuestra tribu optamos. Nunca comemos esos
salamines.
Otras raras amenazas resonaban
entonces.
Te escuché, mamá... pero, realmente, ahora no
oraré.
Son antiguos juguetes orientales,
Nat.
Otra pelotuda ostentaba riqueza, tenía un número incalculable de alhajas de estilo
sajón.
El boludo rechazó innumerables
oportunidades.
¿Oíste sobre Cacaruli? ¡Un ron! Estaba casi
ebrio...
¡Soy el general! ¡Usted, rásqueme
acá!
¿Otro resumen debes entregar? No estoy
segura.
Lo aborrecía soberanamente. Tonto, infeliz, me aturdía dándome
órdenes.
Rajó apresuradamente pues indios, de a miles, estaban nuevamente tras
él.
Siempre usa poderes especiales. Recién intentó ordenar
rápidamente.
Obsérvalo retorcerse de envidia... No es
superior.
Sólo ante buenas ideas estaremos, nuevamente, dando
órdenes.
Seguí insistiendo. No creo, en realidad, ofender
sabiendo.
Los únicos normales éramos
sinceros.
¡Ahora no, Cabeto! ¿El sábado?, tampoco. Reencontrémonos acaso... ¿
lunes?
El mes pasado recuperamos el saber
ancestral.
Algo me intrigaba sin tener otras sospechas ocultas.
--------- La oración anterior contiene errores.
Escuchen muchachos: podemos reiterar el saludo amistoso.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Solamente insistiendo lograremos encontrar nueces cascadas. Insistir, obstinados, significará algo magnífico en nuestra temeraria
empresa.
Es necesario frenar rápidamente ese nervioso taconeo; así, resumiendo, la oiríamos
silenciosamente.
¿Si imaginamos ganarles? Imaginamos la ovación, sentimos, aplaudiéndonos, manos enrojecidas... No tememos
enfrentarlos.
Ayer te estuve siguiendo, ¿oíste? Recorriste algunas dunas oscilantes,
sigilosamente.
Olvidar lo vivido implica destruir aquellos recuerdos largamente
atesorados.
¡Oh, Dios! Intento olvidarla.
Sus ojos celestes irradiaban
odio.
Así, recorrí aquel nuevo dique apreciando nuestra obra,
socio.
Esos mendigos piden almuerzo. Los indigentes zapatean animadamente, ¿desearán
arándanos?
Ayer generaron repetidos ataques, debemos asegurar bien la
empalizada.
Ordenar tantas oraciones resulta, generalmente,
agradable.
Solamente el rabino las
otorga.
Soy otro necio inculto; definitivamente odio serlo.
Rezan inclinados, ¿observas?
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Esos xilofonistas tocan armónicas sinfonías, inundadas, atiborradas de oscuros
sonidos.
Realmente ese pedo, un gas nada agradable, nos tuvo
extasiados.
Olía rancio, inmundo, nauseabundo, asqueroso,
repugnante...
El señor tenía un pedo increíble. Deseaba
orinar.
Sí, intenta escapar. Me parece realmente
estúpido.
Ahora busco razones alegres, zafar aunque deba ocultarme
siempre.
Otro buen síntoma es siempre intentar ocasionales noches
abrazados.
Rasurarse íntimamente,
obsesiona.
Su ayudante lo traerá al
río.
A ver... ¿acaso nuestros zapatos antes duraban
años?
Siempre admiré las ideas de
avanzada.
Obligada, salté inmediatamente. ¿Tenía otra
salida?
Su otra blusa resultó estropeada sin usarla, era la de
ositos.
El jefe está con un cólico; indignado, osó negarme el sobresueldo.
Ese xilofonista puede odiarme, no estoy realizando mis
ejecuciones.
Algún semanario está sacando odiosos reportes al respecto, temo
exponerme.
Eso sí tiene interés mediático, amiga, debes
asesorarte.
Es feo eructar cuando todos, incluso vos, admiran mi educación noble tan estimada.
Su infancia se terminó entre manoseos, asquerosas tentaciones impúdicas. Con arrojo, murió ese niño trémulo, expectante.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sus intestinos sienten temblores. Esta medicina aplicada tácticamente, influirá, certera, a mejorar ese nervioso temblor
efectivamente.
Lo apoyaban, terminantes, o se oponían
sistemáticamente.
Sorprende oír canciones interesantes o composiciones únicas. Los temas, últimamente, resultan algo latosos.
Reunidos en una nueva institución, organizaron nuestra entidad
sociocultural.
Yo organizo, generalmente, unas
reuniones.
Acá no desayunamos yogur.
¿Oyeron los avisos? Vimos intrusos
allá.
Ocho personas almuerzan con
Olavia.
Ese sinsabor tan inesperado me
opacó.
Recorremos el camino rodeando un dolmen. Es celta,
estimo.
Sin amor la ira
recrudece.
Sí, están nuestros sobrinos uruguayos. Arman líos, esperan
salir.
Sólo incapaces recibirían tantos estímulos
sensuales.
Siempre el faro alumbró rocas de increíble tamaño, arrecifes,
sirtes...
Oh, sabes tantas recetas árabes,
sefarditas...
Seguramente estaba cocinando recetas españolas, también
ostras.
Olavia los vio; intentaban descubrir el
secreto.
Ahora podremos robar otro burro al campesino italiano, ¿o
no?
Reciban ustedes tímida
aprobación.
Optaré por tomar aquella
ruta.
¿Salamín o pollo? Ahora podemos
optar.
Algún pedido revanchista escuché... ¿Te animaría darme otro
sopapo?
Estos condenados zapatos están muy
apretados.
Ocho romanos gritaban una larga letanía, otros sesenta, al menos, escuchaban. Ninguno tenía
eczema.
Sugiero ignorar las encuestas: ningún corpiño inglés os sostendrá
orgullosamente.
El más pelotudo era como el más osado:
silencioso.
Otros fracasaron en nuestra sociedad. Iremos viendo algo medianamente exitoso. No titubearemos. ¡
Empecemos!
Otro boludo los instigaba. Gritaba a todos odiosas reconvenciones, increpándolos
ofensivamente.
¡Osaste llamarme violando indicaciones! Desde ahora, recuerda lo
obligatorio.
Es siempre peor esperar rumiando ambigüedades, Nat. Deberías
olvidarlo.
Su incandescente luz envolvía nuestro cuarto. Intenté olvidar sus anécdotas, mientras ella, naturalmente, temblaba
esperando.
Seis enormes ñandúes observaban, recostados, indómitas tarariras. Acechaban
silenciosamente.
Siempre atienden con ocho
señoritas.
Siempre intento no usar (o sacarme) aquellos
sacos.
Ese satélite terrestre ronda el cielo, haciendo órbitas
sinuosas.
Opio puro recogemos, o bien, intentamos. Obtenemos siempre algo mejor en nuestros terrenos
estrechos.
Otro tiro oblicuo rebotó rectilíneo iniciando, naturalmente, otro letal arranque rival. ¿Independiente no golea, o los otros ganan
oprobiosamente?
¡Oh, debemos intentarlo,
otorrinolaringólogo!
Si os bendigo, animales, nunca difundiréis
odio.
Si un beduino lo intenta mamar, aléjese. Dejan ominosas señales.
--------- La oración anterior contiene errores.
El xilofonista te recordará el magnífico ideal de alcanzar deseos extrañamente sublimados.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la última frase válida.
¡Observad, boludos! Siempre es raro ver a revoltosas ninfas ofrecer sexo.
--------- La oración anterior contiene errores.
Sí, o bien agachados... Nadie debería obervarnos.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Encuérate, nena, cojamos untándonos esos néctares. ¿Tú recostada o
sobando?
Ojalá fuera un superhéroe, con astucia recorrería tus extremidades. -------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Ocurre siempre... ¿Tienes ese negro, traslúcido, oscuro
slip, ahora? Me estremecen nuestros tontos
encuentros.
He intentado satisfacerte, tetona, ¿entiendes? Realmente intenté correrte
ostentosamente.
Siempre acabas bien, ¿
eh?
Olvidé buscar sus tarjetas, Andy.
¿Sabe?
A mis intereses, generalmente,
obstas.
Ocho nuevos amigos necesito. Insistiré si tú insistes, caro
amigo.
Otro, no osaría mentar abiertamente su tremenda, incontrolable condición
onanística.
Oh, favoreció usted su culamen, aprecio. Realmente temí
eso.
Siempre intento reivindicarme viniendo inmediatamente, Emmanuel, no debes
ofuscarte.
Aguacates gigantes usaron algunos chefs. Asombrosas tortas están
sirviendo.
Obesos la andan viendo intercambiar
aguacates.
Regresó el niño obeso. Vayamos a destrozarlo,
Olavia.
En nuestras salidas, organizábamos rondas de estudiantes con entusiasmo
renovado.
Otro revolucionario oró.
--------- La oración anterior contiene errores.
En su testamento repetía extensas ñoñerías, inconscientemente donó oro.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Oigo insistentes sonidos, temo
ensordecer.
Óyeme, idiota. Gaznápiro, óyeme.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sus osos cagaron aquí, reconózcalo. ¿Recuerda o
no?
El niño francés repetía elegías nórdicas, tenía autismo. Mientras, indiferente, estaba nuestro teniente oyéndolo,
socarrón.
Otros sin armaduras decidieron armarse mentalmente, entonces no temieron
enfrentamientos.
Ayer, bebiendo ron, aquel zambo africano dictó observaciones
sabias.
Se escaparon diez internos, excavaron nuevos túneles
osadamente.
El sucio político es realmente asqueroso, niega zumo al
sediento.
Sólo otro loco atribulado me entendería. No tengo
esperanzas.
Sus amigas usan cremas exfoliantes
solamente.
Abejas blanquecinas revolotean apuradas, zumbando alegremente desde opulentos
sauces.
¡Ah, bruto! Retira aquel zape apestoso. Detesto olerlo, ¿sabes?
--------- La oración carece de sentido.
Allá lejos, en Madrid, alguien nos imagina
abrazados.
Su último coche era de Alemania.
Ostento fantasías terribles: amar lujuriosamente mientras oigo largas odas guturales. Ojalá
suceda.
Sus ojos lucen un cansancio inusitado. ¡Oh, nunca aciertan los oftalmólogos!
Oye, Dante, indícanos otra solución o
soluciónalo...
Osos latosos olieron rosas olorosas, sumamente
odiosos.
Odio los errados relojes.
--------- La oración anterior contiene errores.
Olélo. Lo olieron, recientemente, otros. ¿Sabés oler?
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
En su portal estaba recostada aquella ramera. Indiscreta, atrevida, me ofertó
sexo.
Si un funesto incidente causara implosiones estelares, nosotros te
esperaríamos.
Su única fuente inagotable, consciente, inteligente: es nuestro tremendo escepticismo.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Andy, si ocupan nuestra alcoba, no tendremos espacio
suficiente.
Los últimos sonetos tienen rimas
asonantes.
Convertí a dos uzbekos con amnesia. Me ofrecieron
sal.
En noviembre solemos empezar buenas acciones. Durante abril
caducamos.
En Noruega tienen eventos realmente asombrosos: suben torres
ensebadas.
A nuestros amigos les mentimos esa noche. ¿Te
enteraste?
Aún me irrita gozar
analmente.
Semejante excusa deberías usar con tu otra rarísima
amiga.
Oiga, Rilke, intento esculcar nalgas. ¿Tiene alguna línea especialmente
seductora?
El más pesado acabó contando historias
orientales.
Se empeñan, recurrentes, en negar aquella mala experiencia. No tienen
empacho.
El señor te indicará mi último libro: obsérvalo
serenamente.
Sólo en guaraní un iluso recitaría largas odas.
--------- La oración anterior contiene errores.
El siguiente término (índice minúsculo ubicado lateralmente) obliga seguirlo.
---------- La oración tiene errores de sintaxis.
Si aquí logras tener entusiasmo, aquí reconocerás tus
estímulos.
Lamento, Ala. Busqué, insistentemente, omitir
saltearte.
Ella me mamó aquí; necesitaba untarse esos
labios.
Si intentas estafarme, mis padres regresarán,
Emmanuel.
Otro bruto va intentando ejercitarse desde ayer. Delgado estará
siempre.
¿Orzando? Ridículo zanguango... Ala, no digas
obviedades.
Observo bergantines... Son españoles, seguramente. Intentan virar
orzando.
Otro boludo se confundió, empujó nuestro auto
solo.
Si intentas escapar... seguramente tendrás algún secreto.
--------- La oración anterior contiene errores.
Soy el nuevo sargento. Aquí comeremos, inmediatamente, otras nieves australianas... Luego echaremos siestas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sabes únicamente molestar, atormentar, rumiando idioteces
obscenas.
Soy el nuevo secretario, ansío comunicarles, inmediatamente, otras novedades adicionales... Leeré el
sumario.
Siempre ansío nuevos amores, recuerdo amantes
sensacionales.
Ojalá puedas olvidar rencillas tontas. Usa neuronas, así sanarás.
En nuestra tribu, unidos, siempre ideamos algunas salidas muy
oportunas.
Ahora sí intentará recuperar su
entusiasmo.
Otro lo alzó viéndolo intentar
asirse.
Su amiga rompió nuestros osos. Salga,
Olavia.
El xenófobo pudo liquidar ocho senegaleses inocentes. ¡Vaya orangután
sarnoso!
Ayer nos ocultamos con huevos
explosivos.
Sí, el ñu olfatea retoños, está
solo.
Ese xilófago consumió los árboles más altos, corroyéndolos impunemente. Ojalá no escape,
señores.
Sus últimos besos resonaban estrepitosamente, pues tronaban inquietos como inmensas aspiraciones, mientras ella no toleraba
exclamaciones.
Al no dejarnos entrar, nos escurriremos
subrepticiamente.
Albaneses lúcidos barrían aquellos negros, interminables
andenes.
Albaneces locos buscaron acomodarse, nosotros intentamos alejarnos.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Otros lo vieron ingresando desde
Albania.
Obra bien, noble ugandés benemérito. Intenta lograr aquellos retos, luego...
olvida.
Estaba, sí, parado, esperando recuperarse... Andy debió
obnubilarlo.
¿Osas boicotear esta decisión? Entonces cancelaré el regalo
esperado.
Obregón: bravucón, revolucionario ennegrecido. ¿Ganaste o
no?
¡Somos aztecas revolucionarios! ¡Gloria a Zapata,
Obregón!
Sus ojos representan perlas relucientes, es su alma
sargazo.
Son ocho ravioles para repartir entre seis, ¿alcanzarán señorita?
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
En mi propio restaurante estoy sorteando algunas
sorpresas.
Ofrecí poner otros restaurantes. Tener uno no alcanzaba, me entusiasmaron nuevamente tales
empresas.
Ya estaba resuelto. Barrería esas ramas
oportunamente.
Soy yo, Dios, no el
yerbero.
Y él respondía: "no opino".
--------- La oración anterior contiene errores.
Sólo yo diría: "nuestro estimado yerno..."
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
Sólo un buen urbanista rotularía bien a nuestra australiana
Sydney.
El xilofonista tiene extrañas manías por ocultar ranas, anfibios nauseabundos, en azoteas
suburbanas.
Esa xerografía tiene estampas muy poco ortodoxas, rompen aquellos negros esquemas apócrifos.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sólo un juez entendería tales asuntos, no des opiniones tan
extemporáneas.
Eso sí te entusiasma, ramera. Intereses lesbianos están
sujetándote.
Ojalá lo veamos invadiendo desiertos
estériles.
Ansío coserlo a balazos... Espero no lo
olvide.
Es sumamente pendenciero el cabrón, intenta atacar la iniciativa zapatista. Acábenlo, definitivamente,
acábenlo.
Otros corredores accidentados siguen inconscientes. Obviamente, nosotros acudiremos. Los médicos esperan nuestra terapia
especializada.
Es sucio tu inconsciente. ¡Lávalo
ocasionalmente!
Sí, ese xilofonista usualmente acaba las melodías ensordeciéndonos. No tiene
estilo.
El saco tiene inservibles los ojetes.
--------- La oración anterior contiene errores.
Sí, ese xilofonista, usualmente acaba las melodías ensordeciéndonos. No tiene estilo.
---------- La oración tiene faltas de ortografía.
En Suecia comen una chistorra horrible, asquerosa. Beben, además, malteadas obtenidas sexualmente.
Es sabroso comer unas chauchas aderezadas, beber ambarinos moscatos... ¡Optimos
sabores!
Eres siempre tan rebuscado... Un ejemplo: nos dijiste, ostentando sapiencia, algunas mentiras. Extasiados, nosotros te
escuchábamos.
Ningún ufólogo estaba viendo allá, mientras extrañas naves trinaban estruendosamente.
¡Salgan! ¡Apúrense! Los gigantes andan
nuevamente.
El suelo tiembla, rompiendo incontables depósitos en nuestras torres. ¡Escapemos, salgan!
Ese xilófono tiene rotas algunas varillas. Ahora genera algunas notas tan
estridentes...
Oye, pendejo, obra rectamente; toma una nueva, asombrosa misión. Estudia nuestra teología
extravagante.
Otros les avisaron, venían ingleses
armados.
A mis amigos, regalos inesperados llevaré
oportunamente.
Olavia, finalmente, usó su camisón
amarillo.
Tanto aguantar, ¿no te
ofusca?