ACRÓNIMOS
Seguiré intentando enamorarte; me parece romántico,
Emmanuel...
Son unos pobres estúpidos; requieren permanentemente un especial servicio técnico. Acudimos
siempre.
Ahora usaré las almohadas
superpuestas.
Ahora, con objetivos simples, admirables, nuestro director organizó las
aulas.
Se escuchan sugerencias... Usted debió avisarnos, Marthita, escuchamos necedades, tantas estupideces...
-------- La oración anterior contiene errores.
Su impresionante teniente ubicó al comando imperialista. Once navíos emplazó sesudamente.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Otros le alcanzaron vino, insistieron
acosándola.
"¡Se orinaron!": bromeaba, realmente incómoda,
Olavia.
Si alguno bebe intentando arruinarse, morirá ebrio. Nunca tomen exageradamente.
-------- La oración anterior contiene errores.
Señores, esta nueva situación originará recelo, incomodidad. Armemos los equipos sabiamente.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Si esas nalgas son obesas, renunciaré inmediatamente a lamerlas estando sobrio.
Si íntimamente tuviera usted acuerdos conmigo intentaríamos originar nuevas experiencias
sensoriales.
Ayer me informaron, general, otras situaciones.
Organicemos bien esta salida,
amigos.
Restriégate aquí, ramera
obesa.
Recibí un mensaje insólito, algo
raro.
Recé usando mí intacto, antiguo
rosario.
Sus ojos (bellos, refulgentes) están viendo increíbles vacas indias
rumiar.
Seamos optimistas: brindemos, riamos, evoquemos vivencias interesantes, vivencias intensas.¡
Reflexiona!
Sólo entonces nadé tranquilo esperando navíos, con indiferencia a
sobrevivir.
Atenderemos su caso, Emmanuel. No sólo oiremos resoluciones: esperaremos
sentencias.
Olavia: ¿puedes utilizar la escalera?, no consigo instalar
ascensores.
Observen, fieles: ese novato deísta irradia
opulencia.
Aquel ñoño ordinario se
ofendió.
Elemental: nunca garabatees aquel ñandubay alto, bello,
añoso.
Según informó Nat, Cabeto, ese romance acabó mal: ella, naturalmente, te
engañaba.
Siendo uno, sólo uno, resulta reconfortante oírlo sinceramente.
Oye, yo estaba lejos; oí
susurros...
¿No oyes? Tengo espasmos, Latinlosers, óyelos.
Sus acrónimos (tan intensos, siempre fálicos) acaban con cualquier ilusión onírica. ¡
Nótelo!
¡Es sensacional! Cuando requieras usar penes, úsalos lujuriosamente, obtendrás satisfacción.
Son algunos buenos individuos, aunque necios.
-------- La oración anterior contiene errores.
Es casi ridículo usar papel uruguayo. Los orientales sabían.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sandalias (azules, nuevas); guantes (únicamente izquierdo, negro)... así, ridículo, ingresó al mausoleo Emmanuel. ¡No tiene
escrúpulos!
¡Ojo, bella, se escapan ratas venenosas! Asesínalas
sanguinariamente.
¿Siempre usas impermeable, Cabeto? imagino días algo nublados, días oscuros, solamente esos...
-------- La oración anterior contiene errores.
Oye bribón, si ese ridículo viviera, acabaría suicidándose.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Si osas sospechar, ¿primero encuentras casos, hechos?, ¿o simplemente
observas?
Sombrero, ambo negro, guantes... resulta algo
sospechoso.
Al caer encontrarás pétalos tirados; agáchate, recógelos inmediatamente. Antes mírate, Olavia, ¿sangras?
Si algún bonachón ahora nos diera infinitos juguetes,
aceptaríamos.
Simplemente oirán balbuceos; recuerden entonces volver. Identifiquen vivamente al
sabandija.
-Sin indicaciones -le espeté-, nunca conseguirás inaugurar otro salón; aunque
sobrevivas.
Ahora los guerreros usan nuevas armas
silenciosas.
Estudié soberbias teorías utópicas, pienso inmortalizarme defendiendo algunas.
Andy, la camisa azul no combina;
¡estúpida!
Si esperamos mucho, acaso nos
alcance...
Ahora resulta difícil; intentaré mejor otra
semana.
Algunos yacíamos ululando, después ardimos.
Otra larga audición veía interrumpida.
¡Ayuda!
Intenté, nuevamente, terminar esa noche; también acabó llorando,
Olavia.
Nunca estuve ciego. Esos días anduve distraído, eso
sí.
Olvidemos la verdad. Intentemos divertirnos, amigos. Reestructuremos algunas necedades.
Recién, Emmanuel contó un episodio realmente doloroso; algunos lo
olvidarán...
Olvidar lo vivido implica dolor, amiga. ¡Recuérdalo!
Otra ilusión rota lograremos
olvidar.
Ese xilofonista quiere usarnos, intenta sonar innovador. Temo
oírlo.
Siempre incluye esa
mousse, postre realmente
exquisito.
Andy puede obtener recetas tan especiales,
siempre.
Sabremos apreciar los suculentos
aportes.
Sólo unos boniatos salados usamos en la otra
salsa.
Es raramente redituable organizar recitales en
subsuelos.
Soy una bestia. Recién advierto y admito: repararé
errores.
Sí, amigos, regresé con algunas sorpresas. Temo incomodarlos, comprometidos acrónimos subrayaré.
Siempre imaginé estar muy preparada: realmente estudié.
----------- La oración anterior contiene errores.
Sólo Andy repite: "Cabeto sabe tomar ideas con amplitud, siempre".
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sinceramente, omitiré las últimas críticas insolentes; ofuscada noté expresiones
sarcásticas.
Ahora buscamos una respuesta, realmente imprescindible. Deberíamos obtener
soluciones.
Seis años pasaron, interminable espera. Nos cansamos, impacientes,
aburridos.
Esperamos de usted, Cabeto, aclaraciones totalmente imparciales; venga, ostente
sapiencia...
Soy el primer taquero internacional. En México busco recursos educativos.
Aunque dijeras "octubre", realmente nosotros oiríamos "
septiembre".
El burro rompió incontables
adornos.
Sí, Emmanuel dijo un chisme, textualmente: "Olavia, ¿recuerdas a Marthita?; ¡estaba neceando, totalmente
ebria!".
El magno orador consiguió increíbles ovaciones, nos emocionó
seductoramente.
Los enanos no tienen altura, mas ellos nos transmiten
emociones.
Sus ojos cansados intentan abrirse
lentamente.
Olavia suele crear un reaccionario ambiente
social.
Cada oliva madura podrán rellenar; eviten nueces demasiado
oscuras.
Según Olavia, lleva: ocho zanahorias, azúcar, remolachas,
etc.
Ay, Cabeto, recapacita. Ojalá no intentes menospreciarme o
sollozaré.
Olavia inventa raramente inteligentes
acrónimos.
Si usted pudiera estar realmente a riesgo, lo
oiría.
Si algún lindo animalito muere, intenta
superarlo.
Sólo alguna gente aburrida zapatea mientras espera noticias tan escandalosas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Ocho ricas tortas obsequió Pablo. El día inició con olorosos
salamis.
Oye, la verdadera imagen del ángel desnudo, ¿incluye zapatos
ortopédicos?
Ese xilofonista ha actuado una semana todo
olvidadizo.
Nat indicó: "Grandes resultados obtuvo (mintiéndonos) aquel nigromante; ¡terminó
exhausto!".
Se acerca, bondadoso, el
nigromante.
El Señor Cabeto revisará una por una las oraciones, ¿
saben?
Ala se indignó duramente. Un argumento mediocre empolló. No tenía
escrúpulos.
Algunos hombres olvidan razonar
asiduamente.
Era sabido... tu única preocupación: intentar desayunar
ahora.
Oye, si temes estar nuevamente tan olvidadiza, simplemente anótalo. Memoria ejemplar no tienes,
estúpida.
Esas nalgas lo ofuscan. Quiere usarlas en cogidas impúdicas, estrujarlas; necesita dominarlas
ostentosamente.
Siempre insisten sobre temas esotéricos. Mejor, apliquen teorías inteligentes, con ahinco. Marthita, Emmanuel, Nat terminarán
enloqueciendo.
Según Emmanuel, nuestra sintaxis (Ala coincide, increíblemente) ocasiona nefastos escritos
sistemáticamente.
Estamos sensibilizados para entender, comprender, imaginar, ambiguas
sensaciones.
Sin otra receta podremos, rápidamente, elaborar sólo insípidas verduras. Ahora, Marthita está necesitando tener
especias.
Sólo Olavia puede aparecer
sorpresivamente.
Nat está ofreciendo zapallos, espinacas, lechugas; además, nos dio exquisitas
sopas.
Sus últimas palabras las insinuó con acento ruso o
neozelandés.
Son incontables. Muchos indios le imploran todos unidos. Días enteros
suplicaron.
Andy indicó, sin lagrimear, algunas diferencias o
similitudes.
Muchos amigos retornan titubeando hacia insólitos terruños
aislados.
Racionaremos la remolacha,
Marthita.
No, entre galanes ostentamos cierta incertidumbre, amigo
rlrm.
Incluso nosotros, viendo al docente indignado, regresamos a
negociar.
Advierten que ustedes
invadirán.
¿Zapatos o zancos oscuros?, busque rezagos
aquí.
La algarabía presagiaba interminable
zozobra.
Entonces,
Marthita mandó a
Nat un enorme
lápiz.
Seguramente usted comió un montón, bruto; ingiera recatadamente,
Emmanuel.
Señor, el cacahuate tailandés aporta reconstituyentes interesantes. Si me ofrece,
sucumbiré.
Seis obispos revolucionarios, pudiendo reconocer en nosotros diversas ideologías, debieron obviar
sectarismos.
Suelo usar pinturas estrambóticas, restaurando fachadas europeas. Los interesados comentan, especialmente s
orprendidos.
Su onomástico festejó. Otro cumpleaños: amigos, novia, todos estaban
superfelices.
Sólo os bastará remar entre valles inhóspitos. ¡Venganza, idiota!; remaremos en mares oscuros,
sofocantes...
Aquí nos asentaremos, recordando quién utilizó inicialmente secas tierras aztecas. ¡
Sobreviviremos!
Se organizaron los
anarquistas.
Reiteradamente olerás sabrosas axilas
sola.
Señorita, únicamente deseo oler
rosas.
Sucia, asquerosa, ¡bebe este
sudor!
Oye, linda: eres
realmente asquerosa, ¿
sabes?
¿Oler los vahos inmundos deseas? Ahora los
olerás.
Sobaco oloroso... ¿bromeas, Andy?; ¡caramba,
olvídalo!
Si insistes, me podrías lamer el
sobaco.
Siempre acaban borrando, inseguros, acrónimos
simples.
Solemos orear los edredones antes de octubre, ¿
sabías?
Sí, ese verano inició lloviendo; asquerosas noches, amaneceres
soleados...
Se ven increíbles las legumbres. Ahora nos alimentaremos
sanamente.
Si escaparan varios invitados llamarían así nuestra atención,
seguramente.
Otros cocineros untan ricas rebanadas en nata. Todas especialidades
sevillanas.
Ofrezco favorecer estos nuevos diálogos, especialmente los
ocurrentes.
Si el cantante repite esas tonadas,
oféndelo.
Operarios petroleros extrajeron río abajo doce ocultos radares, en
secreto.
Silenciosamente intenté lamer esas nalgas coloradas, impecables,
olorosas.
Son inútiles los esfuerzos. Necesitamos conseguir influyentes
operadores.
Sólo algunos líderes universitarios discriminan al bajo lumpemproletariado en
silencio.
Suelen ofrecer manzanas, naranjas o limones; incluyen ensaladas naturales. Todos ofrecimientos
saludables.
Siempre acaban borrachos. Andan neceando, dichosos, increíblemente jocosos, aunque
somnolientos.
¡Ahí vienen esas
sabandijas!
Son esos ñandúes, obviamente, rápidas
aves.
De esos recuerdos, intento valorar algo. Desgraciadamente, apestan,
señora.
Decía este raro individuo: "¿van a decidirse a
salir?"
Si olvidan la explicación, difícilmente aprobarán
derivadas.
Obviamente, la vida itinerante de aquellos días acarreó
soledad.
Tenía aquellas notas totalmente
olvidadas.
Ahora, con lápiz azul, marca algunas banderas americanas,
Nat.
"¡Ojalá llueva aquí!", varios indígenas
aclamaban.
Esas xerocopias combinan en la sala,
Olavia.
Suelo ofrecerles roquefort, pero realmente es necio. Dejaré entonces nuestro trato
excelso.
Escucha, Marthita: mis amantes nunca usaron esa
levita.
Oportunamente buscaremos vinos importados; aunque mejor es nuestro tinto,
Emmanuel.
Siempre objetan nuestros razonamientos; incluso el nuevo docente,
obviamente.
Recuerdo el final: repentinamente apareció, nuevamente, Emmanuel
sonriendo.
Siempre escriben confusos
obituarios.
Es siempre terrible, un participante idiota diciendo estas cosas. Espero
superarlo.
Si Ala ganara, Andy, zurraría moderadores enojado. ¡No tolero
estupideces!
Encontré xilofonistas pidiendo limosna ilícitamente. Con aburridas canciones infantiles, olvidadas, nos estafaron
sagazmente.
Sobre un iglú, cuarenta indios duermen acurrucados. Nada dello ofrece
, seriamente, explicaciones.
Se amaron treinta años. Nadie imaginó cómo acabarían
suicidándose.
Salvajes agresivas lo violaron; algunas declamaban odas
satánicas.
Si ese ñu ofrece resistencia, estaremos
salvados.
Olavia propone opio noruego en nuestra temporada estelar,
señores.
Ahora, Marthita encontró nuevos
oponentes.
Olavia les indica, generalmente, algún relato corto,
ameno.
Ahora lograste tentarme,
oligarca.
Oigo las aves volando increíblemente
alto.
Su ignorancia logra enloquecernos. No conseguimos ilustrarlo,
Olavia.
Olavia yacía en
silencio.
Siempre escuchas nuestro tartamudeo. Ahora
dime... ¿
oyes?
Sí, espera la vida así,
sentado.
Otras bestias roerán aquellas selvas.
Ese xilógrafo indio tenía ocultas siete
obras.
Sus intentos esporádicos mejoran. Practicar resulta
exitoso.
Emmanuel no consigue una buena idea. Espera, repartiendo trampas obsesivamente,
siempre.
Olavia, si te enoja nuestro torneo, olvídalo: según Andy, Marthita encontró nuevos tramposos
encubiertos.
Si Andy tiene ilusiones, satisfácelas. Feliz, ella cogerá horas,
ostentosamente.
Yace, el gordito, ufano; acaso
satisfecho...
Antes, no degollabas
yeguas.
"Si encuentran ñandúes, ocúltense rápidamente", indicó, tímidamente,
Andy.
Entonces seré cuidadoso observando tu ajuar de oficina,
señorita.
Sólo Andy usa camisones
escotados.
Ese xilófago come un sabroso árbol:
sauce.
Olvídalo, cuando te ubique borracho, rechazaré
excusas.
Olorosas fresas únicamente se consiguen antes de
octubre.
Renegando, aquel policía tranquilizaba al delincuente
ofuscado.
Yo antes creía estar
raptado.
Ahora, ¿nos dejarán
yacer?
Si ese
ñato olvidara, reiríamos incansablemente,
Andy.
Siempre atento, nunca dejó atraparse. Lo intentaron antes,
señoría.
Entonces sólo queríamos usar esas lindas, azules
sandalias.
Su otro lápiz azul marino escribe necias, tontas
esquelas.
Se ocuparán los otros,
solamente.
Antes, días enteros pasábamos tomando
oporto solos.
Según un senador uruguayo (radical), regalarían apartamentos buscando
adeptos.
"Siempre animas bailes
raperos, odiosa sensación",
Olavia susurraba.
Ojalá sepas cocinar unos repollos oscuros,
sabrosos.
Aunque le molestaran, usaría esos ridículos zapatos
oscuros.
Andy lentamente cocinaba alcaparras, nueces, zanahorias,
arvejas... rico
almuerzo.
Ojalá, Cabeto, un litro te
alcanzara...
Antes
Cabeto andaba bailando. Ahora lo
oculta.
Si ese ñato orejudo regresa,
acábalo.
Ranas asquerosas nunca amará,
señora.
Olavia besaba sapos esperando solucionar, ilusamente, otra nueva ambición. Deseaba
amar.
Otros la vieron irse, desesperada,
obsesionada.
Tanto amar no tiene
olvido.
Obviamente relevarán al boludo aquel,
Nat.
Sí, esos xenófobos oraban.
Dulce iniciación, verte entre rosas, sensual... ofreciéndome
sexo.
Andy debe ver esos raros sillones invadidos de azules
diversos.
Se involucró mucho, para alejar toda inmunda
adversidad.
Olavia se cree una loca, ostentando
simpatía...
Sabe obsequiar lindos
ósculos.
Nadie escuchó cuando Emmanuel dijo (algo dolido): "Estoy
solo".
Sus alas nunca gustaron. Recibía airadas
necedades.
Oímos repetidamente gritar: "¡Auxilio, socorro, mis ojos
sangran!".
Sí, anda, nalguéame... definivamente alcanzaremos lentos orgasmos.
El señor quiere untarnos, en las axilas,
sándalo.
Andy: tu redacción, algo grotesca, arruinará nuestra trayectoria. Ahora redactarás sólo
esquelas.
Seis elefantes rosas intentaron
atragantarse.
Rabiosa, Andy zapateaba. Olavia, naturalmente, estaba
seria.
Si elevamos nuestras almas dominaremos otras
razones.
Siempre imponen nuevas ideas estériles, sin trascendencia. ¿Recuerdas al
senador?
El sabio taumaturgo inventó muchas aventuras
siniestras.
Si osas follarme, lloraré. ¿Acaso me amas? ¿Realmente me estimas?
Silencio, Emmanuel, ¿no sabe ubicarse?, ¿acaso le excita
soflamarme?
Ayer nos amamos, LaTurca, introduciéndonos zapotes analmente. Recuerda los olores
sensuales.
Aparecieron nuestros amigos. ¿Los invitaste zopenco? Ahora reclamarán los otros, seguramente.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Entonces sólo comprendía algunos puntos; ahora, todos. Olavia resolvió, inteligentemente,
analizarlos.
Si eximios xilofonistas usualmente actúan los martes, esperemos; no tenemos
escapatoria.
El secreto para acercarte: coger incansablemente. Así le enamorarás
sexualmente.
Siempre, algún gordito rezagado anda demasiado apurado.
-------- La oración anterior contiene errores.
Esa secreta pasión ancestral, convida irremediablemente a la espiritualidad sagrada.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Son ocho ridículos personajes, ríen exageradamente. Nos divierten esgrimiendo nuevas teorías
espaciales.
Sabes optar rápidamente por respuestas estupendas. Nadie debería enfrentarte nunca, teniente; eres
sorprendente.
El nuevo teniente recuperó antiguos dichos aguerridos,
sorprendentes.
Si insistes en mover palabras, repetiré
entradas.
Ofrecen fiestas realmente estupendas, Nat; deberíamos asistir
siempre.
A pocos uniformados rindo
ofrendas.
Olavia propone organizarnos reservando turnos. Únicamente necesita incluirnos sin tanto
apuro.
Antes, me encontrabas risueño, infame cantante. Ahora no,
oportunista.
No organiza bailes, les enseña zapateo
americano.
Entonces somos todas unas doncellas insolentes aparentando
nobleza.
La escuela no genera universitarios; algunos jamás
estudian.
Escriben mucho mejor, Andy, no usan ese
lenguaje.
Dos alas negras tiene
Emmanuel.
Emmanuel te explicará raras nociones industriales. Déjalo ayudarte,
Dante.
Si obras bien, recibirás ese salario acordado. Lentamente intentarás extenderlo; nada tiene
eternidad.
Siempre anticipándote. Buena razón ostentas, señor audaz,
sobresaliente.
Otros supieron cocinar unas recetas altamente
sabrosas.
Ala me impresiona: genera odio.
-------- La oración anterior contiene errores.
Al menos inténtalo, goleador ofuscado.
-------- La oración anterior contiene errores.
Antes mirábamos ilustraciones grotescas,
oscuras.
Su último gol estuvo realmente espectacular. No creo igualarlo, amigo.
Sugiero esos ñoquis acompañando las alcachofas rellenas. ¿Necesitas otra
sugerencia?
Sus objeciones pueden ofuscarnos, retumban increíblemente fuerte. Ella realmente odia señalarnos.
Olavia, buscando interesarnos, trajo unos artículos realmente insoportables, odiosos,
soporíferos...
Siempre escribe los ensayos con cien imágenes oníricas notables. A nadie dedica
obituarios.
Si encuentran xilófonos usados, avísenme. Los estoy
seleccionando.
Sí, experimenta xenofobia. Únicamente acepta las esquelas
sexuales.
Sus enemigos le esperaban con tremendas acusaciones
sexuales.
Siempre intentó mostrar buena ortografía, lirismo, imaginación, con oraciones
selectas.
Aparecieron piratas rijosos en corsarios impresionantes. Así caímos, inusitadamente ondeando nuevos estandartes
simbólicos.
Seis ingleses muy bravos organizaban los operativos. -------- La oración anterior contiene errores.
Aparecieron piratas rijosos en corsarios impresionantes. Así caímos, inusitadamente, ondeando ese nuevo símbolo.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Emmanuel brinda ridículas, increíbles
apreciaciones.
Sinceramente ofendida le espeté: "Mientras nosotros escuchábamos maravillados, entraste,
Nat, totalmente
ebria".
Realmente estoy molesto, ofendido. Zapatistas aguerridos dijeron amarme solemnemente.
Tienes razón, amigo: siempre utilizan nuestras teorías, aunque
remozadas.
Nuestros encuentros, generalmente ociosos, casuales, irritan a Cabeto. Intenta ocultárselos,
Nat.
Sus únicos fundamentos rechacé inmediatamente. Ellos rompieron otra
negociación.
Olavia besó
vacilantes iguanas. Algunas
sufrieron.
Oh, la verdad impide decir algunas dudas
obvias.
Aquí, donde oculto realmente mis ilusiones, late algún deseo
olvidado...
Oigan, se cayó una rama, interrumpiendo dos actuaciones dionisiacas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Ocho locos viajeros intentaron despertar al dócil, incauto zapatero
adormilado.
Entre nosotros ganó
Andy,
ñata olvidadiza.
Sigo insistiendo: ningún culo estético, redondo, atañe tanto
engaño.
¡Decídete, idiota! Andy tiene, realmente, intenciones buenas. Anda, ¡
sincérate!
Odio saber cuándo un rapaz intenta dedicar algunas
diatribas.
Sinceramente... odio la
oscuridad.
Otro niño oculto maldice aquellas tardes oscuras pero elegantes. Yace aislado...
solo.
Otro día inventando oraciones sin
onomatopeyas.
Ojo, suelo tener explosiones necias, terriblemente ofensivas. Soy
odioso.
Ocho recios gnomos intentaron agarrarnos sin temor. Inmediatamente conocimos aquellas mentes enfermas, nunca tienen entusiasmo.
-------- La oración anterior contiene errores.
¡Oh salame! tierno embutido, necesitamos tragarte, olerte, saborearte orgiásticamente. --------- La oración tiene faltas de ortografía.
Ala huele olivas rancias, asquerosas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Si ellos deciden unírsenos con intenciones especiales, nosotros demostraremos otro logro
ostentoso.
Sílfides aladas le invitaron manjares opulentos, seduciéndolo.
Ocho internos riñeron. Nosotros, ofuscados,
salimos.
Se escuchan gritos: un idiota debió oírnos.
Yo estuve ganando un año seguido.
Soy, obviamente, necio. Sí, así
soy.
Esas señoritas tuvieron un pequeño incidente: doraron esa carne excesivamente. ¡Sonsas!
Ese sabiondo proxeneta escribe tantas
estupideces.
Oprobios increíblemente sádicos te espeté.
Ruégame ahora, bruto. Intentaremos negociar, ¿
oíste?
Le llevaré esos geranios al rabino.
Seguramente Emmanuel no tendría idea, Marthita; él nunca toca al
llegar.
Si aguardan, Nat dará ese concierto especial,
sentimental.
Oí tantas ofensas repetidas, gritos asfixiantes negándolo. Duele o lastima oír
sandeces.
Ofrecen besos; esperan seducir
otorgándolos.
Eres sucio, frecuentas unos establecimientos roñosos, zopenco
obeso.
Ahora le esperan, general. Recíbalos amablemente. Requerirá mucho
esfuerzo.
Sin intuir mi pesadumbre aquel tarado intentaba alegrarme.
Así me impides generar otra
simpatía.
¡Oh! Lamer aquella vagina inspira, amigos.
Ocho bruscos truenos escuchamos. Nos impresionamos demasiado,
Olavia.
Recién estuvimos analizando los infortunios, zopenco. Ahora revisaremos lo
obtenido.
Sólo Ala le impedirá
realizarlo.
Ahora zambulliremos unas cámaras acuáticas recién adquiridas, después ordenaremos
salir.
Andy hoy ofreció refrescos
azucarados.
Sí, ese ñoño ordenó refrescos ingleses. ¡Tráelos
ahora!
Sólo escuchando necedades te entretienes. Naturalmente crees imposible acertar,
señorita.
Siempre obtengo respuestas pueriles, respuestas extremadamente nobles. Dicen esos niños tantas estupendas
sentencias.
Opresores nubios atacaron nueve instituciones sindicales. Tenían armas sorprendentes.
Osabas bañarte, jabonarte entre tantos idiotas, viles onanistas.
Sueles argumentar necedades, Cabeto, intentando ofendernos. Nunca aceptas ningún discurso objetivo.
Oye, ¿siempre tientas esa nueva técnica, o sólo alardeando seduces?
-------- La oración anterior contiene errores.
Siempre ansío nalguerate, culona. Intento obtener nalgas amables, nalgas duras, ostentosas.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Sufría. ¡Imagínate, Marthita! Pobre, la estaban
sancionando.
Otro pendejo escribe raros acrónimos
simples.
Simples, elegantes damiselas orquestaban soporíferas óperas.
Solamente Olavia llora oro
sedoso.
Se abre la ventana. Afuera juegan ellos,
solos.
Siete indios torturé infructuosamente. ¡Olorosos salvajes!
Según encuestas, generales unitarios invadirían muchos otros
sitios.
Ofrezco dos ideas: o salimos, o
seguimos.
Osos sebosos te están nombrando, TT. Osan saludarte, ¡
odiosos!
Oscuros sentimientos sentía Emmanuel. Nat también ocultaba sus opiniones.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Otro frunce resultaría exagerado, creo; incluso
ostentoso.
Ese xenófobo quiso ultrajar indígenas sureños. Inusitado trato
ofreció.
Oye, Cabeto: utiliza lomo tierno adobado; resultará siempre
exquisito.
Andy lo conoce: odioso, horrendo, ofreciendo lástima, interesado zopenco; ahora debiera
ocultarse.
Obviamente relevarán al tonto orador; recurrentemente ingresa
alcoholizado...
Sus alumnos, tan inteligentes, se fueron expresando con holgada
oratoria.
Oh, lindísima imagen: verlo oxigenarse,
satisfecho...
Recién estuve corriendo entre los olivos.
Aunque pretendía recordar esas notas, dejó entrever
recelo.
Recuerdo esa paliza, olvidarla sería terrible. Estoy recuperándome, intento aprender.
Andy, gordita... acabas siempre atorándote jaleas, alguna
repostería...
Nosotras, en una reunión, organizamos los onomásticos. Generalmente indicamos cómo
agasajar.
Siento un cosquilleo, un malestar biológico intenso. Recibiré atención neurológica.
Esa mesera buenota atiende raudamente, con arrojo. Bien... así, más oficinistas sucumbirán.
Son oportunidades brillantes, realmente, espero saber aprovecharlas. La idea es no tomarlas en serio.
-------- La oración anterior contiene errores.
Era muy buen actor, realmente cómico, ameno. Representó admirablemente muchas obras sobresalientes.
-------- La oración no tiene como acrónimo la última palabra de la frase anterior.
Su esposa comentó reportes en tres oficios seculares.
-------- La oración anterior contiene errores.
Entonces me besó apasionadamente, recorriendo curvas. Aquél beso abrasó mis oscuros secretos
.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Aquellos caciques ugandeses supieron amedrentarnos; nos dijeron ofensas mientras embarcábamos.
¿Así me intentas ganar,
acusándome?
alístate hombre! olas rápidas alcanzarás!
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
¡Ah! Haremos orgías ruidosas, amiga.
Silencio, amigo Cabeto, ¿acaso tienes erecciones largas,
ahora?
No uses esa verga obesa. ¡Sácatela!
Ala usa dos irritantes calzones infectos. Ofrezcámosle
nuevos.
sumergida ultimé cosas, imaginaba alcanzar sabiduría.
--------- La oración tiene faltas de ortografía.
Desde esa genial ubicación, seguro tenía asegurada buena
audición.
Su última cena ingirió estando desnuda, así
degustaba.
Sus uñas coloradas indicaban asquerosa
suciedad.
Sus enemigos, naturalmente, sabían abrumarlo con imbecilidades. Odiaba notarlas, amigos, las encontraba sucias.
Se encontraron con real entusiasmo tus amigos. Recordaron increíbles aventuras,
sensacionales.
Sus ojos rojizos pasean rápidamente entre seis adorables
secretarias.
Si obramos con idoneidad obtendremos
sorpresas.
Releí escritos pasados; ¡oh, redacción tan asombrosa! Juguemos esmeradamente,
socios.
Ocasionalmente reeditan antiguos
reportajes.
Trato, ordenadamente, de
orar.
Nosotras apreciamos
todo.